30 noviembre 2004

DISCURSO DE JUAN PABLO II SOBRE LOS CUIDADOS PALIATIVOS

[Se incluye el texto del discurso del Santo Padre Juan Pablo II (12-XI-2004) a los participantes en la Conferencia Internacional del Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud, que este año ha tratado sobre los cuidados paliativos.]

#069 ::Vida Categoria-Eutanasia y Aborto

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Señor cardenal;
venerados hermanos en el episcopado;
amadísimos hermanos y hermanas:

1. Me alegra acogeros con ocasión de la Conferencia internacional del Consejo pontificio para la pastoral de la salud, que se está realizando actualmente. Con vuestra visita habéis querido reafirmar vuestro compromiso científico y humano en favor de cuantos se encuentran en un estado de sufrimiento.

Agradezco al señor cardenal Javier Lozano Barragán las amables palabras que, en nombre de todos, acaba de dirigirme. Expreso también mi saludo, mi agradecimiento y mi aprecio a todos los que han dado su contribución a esta conferencia, así como a los numerosos médicos y profesionales de la salud que, en el mundo, dedican su capacidad científica, humana y espiritual a aliviar el dolor y sus consecuencias.

2. La medicina se pone siempre al servicio de la vida. Aun cuando sabe que no puede curar una enfermedad grave, dedica su capacidad a aliviar sus sufrimientos. Trabajar con ahínco para ayudar al paciente en toda situación significa tener conciencia de la dignidad inalienable de todo ser humano, también en las condiciones extremas de la fase terminal. En esta dedicación al servicio de los que sufren el cristiano reconoce una dimensión fundamental de su vocación, pues, al cumplir esta tarea, sabe que está sirviendo a Cristo mismo (cf. Mt 25, 35-40).

"Por Cristo y en Cristo se ilumina el enigma del dolor y de la muerte, que fuera de su Evangelio nos abruma", recuerda el Concilio (Gaudium et spes, 22). Quien en la fe se abre a esta luz, encuentra consuelo en su sufrimiento y adquiere la capacidad de aliviar el sufrimiento de los demás. De hecho, existe una relación directamente proporcional entre la capacidad de sufrir y la capacidad de ayudar a quien sufre. La experiencia diaria enseña que las personas más sensibles al dolor de los demás y más dedicadas a aliviar su dolor, son también las más dispuestas a aceptar, con la ayuda de Dios, sus propios sufrimientos.

3. El amor al prójimo, que Jesús describió con eficacia en la parábola del buen samaritano (cf. Lc 10, 29 ss), permite reconocer la dignidad de toda persona, aunque la enfermedad haya alterado su existencia. El sufrimiento, la ancianidad, el estado de inconsciencia y la inminencia de la muerte no disminuyen la dignidad intrínseca de la persona, creada a imagen de Dios.

Entre los dramas causados por una ética que pretende establecer quién puede vivir y quién debe morir, se encuentra el de la eutanasia. Aunque esté motivada por sentimientos de una mal entendida compasión o de una comprensión equivocada de la dignidad que se debe salvaguardar, la eutanasia, en lugar de rescatar a la persona del sufrimiento, la elimina.
La compasión, cuando no se tiene la voluntad de afrontar el sufrimiento y acompañar al que sufre, lleva a la supresión de la vida para eliminar el dolor, tergiversando así el estatuto ético de la ciencia médica.

4. Por el contrario, la verdadera compasión promueve todo esfuerzo razonable para favorecer la curación del paciente. Al mismo tiempo, ayuda a detenerse cuando ya ninguna acción resulta útil para ese fin.

El rechazo del ensañamiento terapéutico no es un rechazo del paciente y de su vida. En efecto, el objeto de la deliberación sobre la conveniencia de iniciar o continuar una práctica terapéutica no es el valor de la vida del paciente, sino el valor de la intervención médica en el paciente.
La decisión de no emprender o de interrumpir una terapia será éticamente correcta cuando esta resulte ineficaz o claramente desproporcionada para sostener la vida o recuperar la salud. Por tanto, el rechazo del ensañamiento terapéutico es expresión del respeto que en todo momento se debe al paciente.

Precisamente este sentido de respeto amoroso ayudará a acompañar al paciente hasta el final, realizando todas las acciones y cuidados posibles para disminuir sus sufrimientos y favorecer en la última fase de su existencia terrena una vida serena, en la medida en que sea posible, que prepare su alma para el encuentro con el Padre celestial.

5. Sobre todo en la fase de la enfermedad en la que ya no es posible realizar terapias proporcionadas y eficaces, se impone la obligación de evitar toda forma de obstinación o ensañamiento terapéutico, se hacen necesarios los "cuidados paliativos" que, como afirma la encíclica Evangelium vitae, están "destinados a hacer más soportable el sufrimiento en la fase final de la enfermedad y, al mismo tiempo, asegurar al paciente un acompañamiento humano adecuado" (n. 65).

En efecto, los cuidados paliativos tienden a aliviar, especialmente en el paciente terminal, una vasta gama de síntomas de sufrimiento de orden físico, psíquico y mental; por eso, requieren la intervención de un equipo de especialistas con competencia médica, psicológica y religiosa, muy unidos entre sí para sostener al paciente en la fase crítica.

Especialmente en la encíclica Evangelium vitae se ha sintetizado la doctrina tradicional sobre el uso lícito y a veces necesario de los analgésicos, respetando la libertad de los pacientes, los cuales, en la medida de lo posible, deben estar en condiciones "de poder cumplir sus obligaciones morales y familiares y, sobre todo, deben poderse preparar con plena conciencia al encuentro definitivo con Dios" (idem).

Por otra parte, aunque no se debe permitir que falte el alivio proveniente de los analgésicos a los pacientes que los necesiten, su suministración deberá ser efectivamente proporcionada a la intensidad y al alivio del dolor, evitando toda forma de eutanasia, que se practicaría suministrando ingentes dosis de analgésicos precisamente con la finalidad de provocar la muerte.

Para brindar esta ayuda coordinada es preciso estimular la formación de especialistas en cuidados paliativos, y especialmente estructuras didácticas en las que puedan intervenir también psicólogos y profesionales de la salud.

6. Sin embargo, la ciencia y la técnica jamás podrán dar una respuesta satisfactoria a los interrogantes esenciales del corazón humano. A estas preguntas sólo puede responder la fe. La Iglesia quiere seguir dando su contribución específica a través del acompañamiento humano y espiritual de los enfermos que desean abrirse al mensaje del amor de Dios, siempre atento a las lágrimas de quien se dirige a él (cf. Sal 39, 13). Aquí se manifiesta la importancia de la pastoral de la salud, en la que desempeñan un papel de especial importancia las capellanías de los hospitales, que tanto contribuyen al bien espiritual de cuantos pasan por las instituciones sanitarias.

No podemos olvidar la valiosa contribución de los voluntarios, los cuales con su servicio realizan la creatividad de la caridad, que infunde esperanza incluso en la amarga experiencia del sufrimiento. También por medio de ellos Jesús puede seguir pasando hoy entre los hombres, para hacerles el bien y curarlos (cf. Hch 10, 38).

7. La Iglesia da así su contribución a esta apasionante misión en favor de las personas que sufren. Que el Señor ilumine a cuantos están cerca de los enfermos, animándolos a perseverar en las distintas funciones y en las diversas responsabilidades.

Que María, Madre de Cristo, acompañe a todos en los momentos difíciles del dolor y de la enfermedad, para que se asuma el sufrimiento humano en el misterio salvífico de la cruz de Cristo.

Acompaño estos deseos con mi bendición.

LA PORNOGRAFÍA INFANTIL, SÍNTOMA DE UNA CRISIS GLOBAL

[En una sociedad en la que se devalúa la familia y se oscurece el significado de la sexualidad, no puede sorprendernos que se extienda la pornografía infantil como producto de consumo masivo.El desmantelamiento en estos días de una extensa red de pornografía infantil, viene a encender una luz roja de alarma social. Publicado en Análisis digital (26-XI-2004).]

#068 ::Varios Categoria-Varios: Etica y Antropologia
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La detención de casi un centenar de personas en media España, acusadas de utilizar y almacenar imágenes de pornografía infantil en Internet, muestra dos aspectos contradictorios de enorme interés social. Por un lado, esas detenciones han sido posibles en la medida que las leyes civiles aplicadas se inspiran, todavía, en la tradición moral y jurídica del mundo occidental, de inequívoca raíz judeo-cristiana, que todavía está profundamente arraigada en la conciencia social.

Por otro lado, la amplitud de la red de delincuentes desmantelada, en la que están implicados numerosos menores y sus propios padres, muestra hasta qué punto se está extendiendo la violación de la ley, consecuencia de una previa ruptura de la conciencia moral individual y social. A este respecto hay que señalar como una de sus principales causas, el relativismo moral impulsado desde plataformas oficiales y diversos medios de comunicación, incluidos los públicos, en los que se presenta el uso y el abuso del sexo como algo normal, desde una edad cada vez más temprana, como denunciaba la Santa Sede en un reciente Congreso contra la explotación sexual de los niños.

En un contexto cultural en el que se devalúa la familia, y se oscurece el significado de la sexualidad, no puede resultar extraño que se extienda la pornografía infantil como producto de consumo masivo. Aquí se comprueba el daño profundo que el relativismo absoluto, disfrazado de progreso, está produciendo en las personas y en el conjunto de la sociedad. El hombre, y en esta palabra están incluidos mujeres y niños, pasa a ser un mero objeto desprovisto de su valor y dignidad sagrada, por lo que puede ser utilizado para uso y disfrute de los más poderosos.

El desmantelamiento por la Policía de la red de pornografía infantil, viene a encender en este contexto una clara luz de alarma social.

ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA EUTANASIA

[En este artículo el autor expone la opinión de que el legislador tiene el deber de negar la colaboración en la muerte de los enfermos aunque ellos la soliciten. Dice que aunque esta competencia puede parecer inaceptable a primera vista, por impositiva, el legislador la suele utilizar con frecuencia y en ámbitos muy diversos: por ejemplo, cuando limita la velocidad máxima en carretera para evitar accidentes, limitación que se extiende a todos los conductores aunque sean pilotos de Fórmula Uno. Publicado en el periódico Expansión (16.IX.2004).]

#067 ::Vita Categoria-Eutanasia y Aborto

por Jose Maria Pardo

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Recientemente se ha suscitado un debate en nuestro país sobre la realidad de la eutanasia. Llevábamos seis años sin pensar demasiado sobre este tema. Pero dos hechos han servido para «levantar la liebre» y que el término eutanasia esté en boca de todos. Me refiero al estreno de la película “Mar adentro” y la aprobación, por parte de las autoridades judiciales holandesas, del protocolo sobre legalización de la eutanasia infantil (hasta los 12 años incluidos recién nacidos).

La práctica de la eutanasia no es nueva en la historia de la Humanidad. Plutarco, en La vida de Licurgo, cuenta como los espartanos despeñaban por las laderas del monte Taigeto a los niños que habían nacido con deformaciones, minusvalías o mostraban una complexión incompatible con el uso de las armas; y a las niñas que no consideraban suficientemente robustas como para engendrar futuros soldados. La intención no era otra que mantener un pueblo fuerte, que conservara la supremacía bélica frente a los insidiosos vecinos. Tampoco se olvida fácilmente el proyecto de eutanasia de Hitler. El programa nazi se orientaba a los niños nacidos con enfermedades que, según su punto de vista, amenazaban la integridad física. El primer caso de eutanasia fue practicado en un niño que tenía labio leporino. Ocurrió a petición de los padres, quienes temiendo que tuviera una vida infeliz pidieron ayuda a los médicos del régimen hitleriano, que aconsejaron la eutanasia. Estos hechos conducen a pensar que una posible legalización de la eutanasia en nuestro recién estrenado siglo no sería un avance para la sociedad, sino más bien un fatal retroceso.

Las propuestas de legalización de la eutanasia invocan con frecuencia el derecho a una «muerte digna». Interpretan que la vida humana no merece ser vivida si no es en condiciones de plenitud, incluso se basan en que es un acto de amor y compasión, como ayuda a un morir humanamente digno. Algunos miembros de la Asociación española «Derecho a morir dignamente» son partidarios de la despenalización de la Eutanasia desde una posición materialista. La calidad de vida, sostienen, está por encima de la propia vida, hasta el punto de que cuando esta calidad degenera más allá de ciertos límites, reduce el ser humano a la condición de «piltrafa vegetativa».

¿Qué significa en realidad «morir dignamente»? La primera premisa es que la dignidad de la muerte no radica en la muerte en sí, pues la muerte es lo más indigno que hay, el no ser, el camino hacia la destrucción; tampoco en una muerte sin tribulaciones. Más bien, la dignidad de la muerte radica en el modo de afrontarla. En realidad, no se puede hablar de «muerte digna», sino de «personas que afrontan su muerte con dignidad». La muerte y el dolor se dignifican si son aceptadas y vividas por la persona en toda su dimensión orgánica, psicológica y espiritual. En este sentido, Vogelsanger define espléndidamente el estado del enfermo terminal como res sacra miser (miseria sagrada). Este concepto traduce de maravilla la coexistencia de lo sagrado e indeclinablemente digno de toda vida humana, con la miseria causada por la enfermedad.

Otra cuestión implicada en todo debate sobre la eutanasia es el principio ético de «autonomía del paciente». La autonomía de la persona es un elemento importantísimo de su dignidad, pero la fundamentación de esa dignidad no puede ser la plena autonomía, pues estaríamos negando la dignidad personal a personas discapacitadas, dependientes de otras. ¿Cómo aplicar, entonces, este principio rector de la Bioética a la situación de un paciente terminal? En realidad, esta pregunta se contesta con otra: ¿puede realmente una persona en estado de evidente gravedad hacer una petición independiente y libre de ser matado? Seamos honrados. En medicina el concepto de autonomía no es realista. Un neurólogo holandés ha argumentado que el mismo hecho de estar en un estado terminal, así como la medicación que muchas veces se da en estas situaciones, hace casi imposible un funcionamiento normal del cerebro y, por esto, un razonamiento claro. En esta misma línea, y según un estudio de 1999 llevado a cabo por Harvey Chochinov, profesor de Psiquiatría y Medicina de Familia en la Universidad de Manitoba (Canadá), el deseo de vivir fluctúa enormemente en los enfermos terminales de cáncer. Así, detectó que sólo en un periodo de doce horas la voluntad de vivir de un paciente puede fluctuar un 30% o más. En periodos de un mes, esta fluctuación llega al 70%. Otra estadística interesante es la publicada en 1991 por la revista The New England Journal of Medicin: hay evidencias de que un alto porcentaje de los que se suicidan (alrededor de un 90%) tienen algún trastorno mental subyacente; tratando el trastorno psiquiátrico desaparece el deseo de morir.

Es deber del legislador negar la eliminación de los enfermos que lo soliciten voluntariamente. Esta competencia, limitar la autonomía para prever consecuencias indeseables, el legislador la desarrolla con frecuencia y en ámbitos muy diversos: por ejemplo, refiere el profesor I. Ortega, actúa de forma análoga cuando limita la velocidad máxima en carretera para evitar accidentes y salvar vidas, limitación que se extiende a todos los conductores aunque sean pilotos de Fórmula Uno.

29 noviembre 2004

ENSEÑAR A APRECIAR LA GRANDEZA

[Eric Anderson, que fue muchos años director de la famosa escuela inglesa Eton, defiende la necesidad de salir de la trivialidad circundante y educar de verdad, enseñar "lo grande": la mejor literatura, la mejor música, la mejor ciencia... Sólo así se abren las posibilidades que laten en el espíritu humano y se puede contemplar y soñar. Fue publicado hace unos años en The Daily Telegraph y Aceprensa se hizo eco de una versión reducida que es el artículo que ahora reproducimos.]

#065 ::Educare Categoria-Educacion

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Es especialmente preocupante el efecto anti-educativo de la televisión. Podría decirse que la influencia más insidiosa sobre los jóvenes no es la violencia, las drogas, el tabaco, el alcohol o la perversión sexual, sino nuestra afición a lo trivial y nuestra tolerancia con lo ramplón. Aquí es donde la televisión ha ejercido su influencia más devastadora.

Nosotros, compatriotas de Newton, Faraday y Darwin; herederos de la música alemana, de la pintura, la escultura y la arquitectura de Italia, de las ideas de los filósofos griegos y los profetas hebreos; los que hablamos la lengua de Shakespeare; nosotros parecemos contentarnos con dejar que nuestros hijos pasen sus años de formación bajo la influencia de una sucesión de policías y criminales, de Nintendos y Tortugas Ninja, Michael Jackson y Disneylandia.

(...) No sólo nuestros jóvenes, sino tampoco quienes les enseñan saben ya en qué se supone que creen. Si cualquier modo de vida es igualmente legítimo, ¿quién puede decir qué son los valores familiares? Cuando indigna más un chiste racista o un adjetivo políticamente incorrecto que una multitud de infidelidades o un comportamiento antisocial, no es asombroso que los profesores no sean capaces de señalar el camino a sus alumnos con un mínimo de autoridad. No se puede predicar valorescomunes cuando la comunidad ha dejado de existir,ni fomentar valores familiares cuando no hay familia.

Sin embargo, algo podemos hacer. Lo primero es hablar alto y claro, repetir con convicción que esas cosas son de tercera y que existen las cosas de primera categoría. Los profesores somos personas tolerantes y liberales. Creo que durante una generación, los que trabajamos en la enseñanza hemos sido demasiado tolerantes con sucedáneos baratos de la alta cultura, demasiado deseosos de agradar condescendiendo con los gustos de nuestros alumnos en lugar de intentar que participen de los nuestros.

(...) Es hora de que recuperemos la confianza y digamos alto y claro que lo único que interesa, cuando se trata de enseñar algo, no es si resulta pertinente o feminista o políticamente correcto, sino si es grande. Debemos atrevernos a hablar de los valores de la civilización; pero, al mismo tiempo, debemos enseñar esos valores a nuestros alumnos.

No basta decir que la escuela ha de ser una avanzadilla de la civilización en un mundo bárbaro, una isla de cultura en el océano de la trivialidad y la mediocridad que es la vida moderna. Es nuestro deber, nuestra elevada vocación, asegurar que la escuela lo sea realmente, enseñando lo mejor que se ha pensado y hecho y dicho.

Tenemos la misión de mostrar a los jóvenes que practicar deportes de equipo con sus amigos es intrínsecamente mejor que machacar al enemigo electrónico en un videojuego, que Mozart pertenece a una categoría diferente a la de Michael Jackson, y que Macbeth es cien veces más interesante que Mickey Mouse.

Sólo introduciendo a los jóvenes en la mejor literatura, en la mejor música y en el apasionante mundo de la mejor ciencia, les abrimos las posibilidades que laten en el espíritu humano y más allá de los límites de lo vulgar, y les hacemos capaces de contemplar y soñar.

CONSIDERACIONES DE LA SANTA SEDE SOBRE LA CLONACIÓN HUMANA

[El documento expresa la posición de la Santa Sede sobre la clonación humana; fué presentado en New York en la asamblea de Naciones Unidas a principios de octubre y ha sido publicado en el L"Osservatore Romano (17-x-04). El documento junto a un rechazo a cualquier forma de clonación de seres humanos manifiesta su apoyo a una ciencia responsable y respetuosa con la dignidad humana alentando el uso y la investigación con las células madre de adulto. La Santa Sede no se opone al verdadero progreso cientifico sino a la ciencia irresponsable que manipula la vida humana y reduce a las personas a meros medios en beneficio de otros. Reproducido de Arvo.net]

#066 ::Varios Categoria-Varios: Etica y Antropologia

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Habida cuenta del debate en la Asamblea General sobre una convención internacional contra la clonación de seres humanos con fines de reproducción

1. La Santa Sede está convencida de que es necesario apoyar y promover las investigaciones científicas en beneficio de la humanidad. En consecuencia, la Santa Sede alienta las investigaciones que se están realizando en las esferas de la medicina y la biología al objeto de curar enfermedades y mejorar la calidad de la vida de todos, siempre que se respete la dignidad del ser humano. Ese respeto exige que toda investigación que no sea consistente con la dignidad del ser humano quede excluida por motivos morales.

2. Hay dos posibles fuentes de células madre para la investigación humana; en primer lugar las células madre “adultas”, que se obtienen de la sangre del cordón umbilical, la médula ósea y otros tejidos, y las células madre “embrionarias”, que se obtienen destruyendo embriones humanos. La Santa Sede se opone a la clonación de embriones humanos para destruirlos a fin de recolectar las células madre, incluso para un objetivo noble, ya que es incompatible con la base y los motivos de la investigación biomédica humana, es decir, el respeto de la dignidad del ser humano. Sin embargo, la Santa Sede aplaude y alienta la investigación con células madre adultas, ya que es completamente compatible con el respeto de la dignidad del ser humano. La plasticidad inesperada de las células madre adultas ha hecho posible utilizar ese tipo de células indiferenciadas y que se autorenuevan para curar varios tejidos y órganos humanos (1), en particular las lesiones cardíacas después de un infarto de miocardio (2). Los múltiples avances terapéuticos demostrados utilizando células madre adultas y la promesa que encierran para otras enfermedades, como las afecciones neurodegenerativas o la diabetes, hacen que las iniciativas para prestar apoyo a esta fructífera vía de investigación adquieran un carácter urgente (3). Ante todo, se ha aceptado universalmente que el uso de células madre adultas no entraña ningún problema ético.

3. Como contraste, las investigaciones con células madre embrionarias humanas se han visto obstaculizadas por importantes dificultades técnicas (4). Los experimentos con células madre embrionarias todavía no han producido ni un solo éxito terapéutico indiscutible, ni siquiera en modelos animales (5). Además, las células madre embrionarias han causado tumores en modelos animales (6) y podrían provocar cáncer si se administran a pacientes (7). A menos que se eliminen esos graves riesgos, los experimentos con células madre embrionarias no podrán tener ninguna aplicación clínica (8).

Además de los problemas técnicos, la necesidad de extraer esas células de embriones humanos vivos plantea problemas éticos del más alto nivel.

4. Se ha propuesto la denominada “clonación con fines terapéuticos”, que en realidad debería denominarse “clonación para la investigación” ya que todavía está lejos de tener aplicaciones terapéuticas, para evitar el posible rechazo inmune de las células madre embrionarias obtenidas de donantes en lugar del huésped. Sin embargo, el uso de células madre embrionarias clonadas entraña un alto riesgo de introducir células de embriones anormales en los pacientes. Está bien establecido que la mayoría de los embriones no humanos producidos mediante la clonación por transferencia nuclear son anormales, con deficiencias en varios de los genes (marcados y no marcados) necesarios para el desarrollo de las primeras fases del embrión (9). Las células madre embrionarias recogidas de embriones anormales e inadecuados mantendrán sus “defectos epigenéticos” y transmitirán al menos parte de ellos a las células hijas. Por tanto, la transferencia de esas células madre de embriones clonados a un paciente sería extremadamente peligrosa; esas células podrían provocar enfermedades genéticas o causar leucemias u otro tipo de neoplasias. Además, todavía no se ha elaborado un modelo de clonación en primates, que sería necesario para realizar experimentos a fin de determinar la inocuidad antes de intentar experimentos terapéuticos en seres humanos (10).

5. Los beneficios para la salud de la clonación con fines terapéuticos son hipotéticos, ya que el propio método sigue siendo principalmente una hipótesis. Por tanto, las crecientes declaraciones hiperbólicas que enaltecen la promesa de este tipo de investigaciones podrían en última instancia socavar la propia causa que pretenden servir (11). De hecho, incluso dejando de lado consideraciones éticas fundamentales, aparte de las expectativas de los pacientes, en el estado actual de la “clonación con fines terapéuticos” no se producirá, ni en la actualidad ni en un futuro próximo, ninguna aplicación clínica.

6. Los científicos, filósofos, políticos y humanistas están de acuerdo en que es necesaria una prohibición internacional de la clonación con fines de reproducción. Desde un punto de vista biológico, el nacimiento de seres humanos a partir de embriones clonados sería peligroso para la especie humana. Esa forma asexual de reproducción no incluiría la mezcla usual de genes que hace que cada individuo tenga un genoma único, y fijaría arbitrariamente el genotipo en una configuración determinada (12), con consecuencias genéticas negativas predecibles para el conjunto de

Desde un punto de vista antropológico, la mayoría de las personas reconocen que la clonación es ofensiva para la dignidad humana. Sin duda la clonación crearía una persona, pero mediante una manipulación de laboratorio prácticamente de pura zootecnología. Esa persona llegaría al mundo como una “copia” (aunque sea una copia biológica) de otro ser. Si bien esa persona sería ontológicamente única y digna de respeto, la manera en que llega al mundo un ser humano clonado marcaría a esa persona más como un artefacto que como un ser humano, una sustitución en lugar de un individuo único, el instrumento de la voluntad de otro en lugar de un fin en sí mismo, un bien de consumo reemplazable en lugar de un acto irrepetible de la historia humana. Por tanto, la falta de respeto a la dignidad de la persona humana es inherente a la clonación.

7. Sin embargo, algunos desearían que la prohibición internacional propuesta no incluyera la “clonación con fines terapéuticos”, como si fuera un proceso diferente del de la clonación con fines de reproducción. Lo cierto es que la clonación con fines de reproducción y la clonación “con fines terapéuticos” o “con fines de investigación” no son dos tipos de clonación diferentes, el proceso técnico de clonación es el mismo y sólo se diferencian en los objetivos deseados. En la clonación con fines de reproducción, el objetivo es implantar el embrión clonado en el útero de la madre sustituta a fin de “producir” un hijo; en la clonación “con fines de investigación” el objetivo es utilizar inmediatamente el embrión clonado, sin permitir que se desarrolle, eliminándolo así en el proceso. Incluso se puede afirmar que cualquier tipo de clonación es “con fines de reproducción” en su primera etapa, ya que tiene que producir, mediante el proceso de clonación, un organismo nuevo autónomo e individual, dotado de una identidad específica y única, antes de hacer cualquier otra operación con ese embrión.

8. La clonación “con fines terapéuticos” no es neutra desde el punto de vista ético. De hecho, desde esa perspectiva incluso sería peor que la clonación “con fines de reproducción”. En la clonación con fines de reproducción al menos se da al ser humano recién producido, inocente de sus orígenes, la oportunidad de desarrollarse y nacer. En la clonación con fines terapéuticos se utiliza al nuevo ser humano como mero material de laboratorio. Ese uso de un ser humano como instrumento es una ofensa grave a la dignidad humana y a la humanidad. El término “dignidad”, utilizado en este documento de posición y en la Carta de las Naciones Unidas, no se refiere a un concepto de la valía basado en los conocimientos y el poder de los individuos y el valor que otros pueden atribuirles, un valor que se podría denominar “dignidad atribuida”. El concepto de dignidad atribuida permite juicios jerárquicos, desiguales, arbitrarios e incluso discriminatorios. Aquí la dignidad significa la valía intrínseca que comparten de manera común e igual todos los seres humanos, independientemente de sus condiciones sociales, intelectuales o físicas. Es esa dignidad la que nos obliga a todos a respetar a todos los seres humanos, independientemente de su condición, y en especial si necesitan protección o cuidados. La dignidad es la base de todos los derechos humanos. Estamos obligados a respetar los derechos de los demás porque en primer lugar reconocemos su dignidad.

9. Para ser honestos, si una vía concreta de investigación ya ha demostrado posibilidades de éxito y no plantea problemas éticos, debería continuar antes de iniciar otra que ha demostrado pocas perspectivas de éxito y plantea preocupaciones éticas. Los recursos para la investigación biológica son limitados. La clonación “con fines terapéuticos” es una teoría no demostrada que podría muy bien ser una enorme pérdida de tiempo y recursos. Por tanto, el sentido común y la necesidad de realizar investigaciones básicas serias y orientadas hacia objetivos requieren que la comunidad biomédica del mundo asigne los fondos necesarios a la investigación utilizando células madre “adultas”.

10. El mundo no puede tomar dos caminos diferentes: el camino de los que están dispuestos a sacrificar o comercializar a seres humanos en beneficio de unos pocos privilegiados, y el de aquéllos que no pueden aceptar este abuso. Por su propio bien, la humanidad necesita una base común, una comprensión mutua de la humanidad y de las bases fundamentales de las que dependen todas nuestras ideas sobre el ser humano. Incumbe a las Naciones Unidas hacer todos los esfuerzos posibles en la búsqueda de esta base, para que los seres humanos sean respetados tal como son. Hacer avanzar el proyecto de una prohibición mundial de la clonación humana es parte de esa misión y deber de las Naciones Unidas.

El Vaticano, 27 de septiembre de 2004
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Notas:

1 Körbling M., Estrov Z., “Adult Stem Cells for Tissue Repair – A New Therapeutic Concept?”, New England Journal of Medicine, 2003, vol. 349. Bunting K., Hawley R., “Integrative molecular and developmental biology of adult stem cells”, Biology of the Cell, vol. 95 (2003). Wang J., Kimura T., Asada R., Harada S., Yokota S., Kawamoto Y., Fujimura Y., Tsuji T., Ikehara S., Sonoda Y., “SCID –repopulating cell activity of human cord blood-derived CD34– cells assured by intra-bone marrow injection”, Blood, 2003, vol. 101 (8). Gluckman E., Broxmeyer H.E., Auerbach A.D. y cols., “Hematopoietic reconstitution in a patient with Fanconi"s anemia by means of umbilical-cord blood from an HLA-identical sibling”, New England Journal of Medicine, 1989, vol. 321.

2 Wollert K.C., Meyer G.P., Lotz J., Ringes-Lichtenberg S., Lippolt P., Breidenbach C., Fichtner S., Korte T., Hornig B., Messinger D., Arseniev L., Hertenstein B., Ganser A., Drexler H., “Intracoronary autologous bone-marrow cell transfer after myocardial infarction: the BOOST randomized controlled clinical trial”, Lancet, 2004, vol. 364, No. 9429. Beltrami A.P., Barlucchi L., Torella D., Baker M., Limana F., Chimenti S., Kasahara H., Rota M., Musso E., Urbanek K., Leri A., Kajstura J., Nadal-Ginard B., Anversa P., “Adult cardiac stem cells are multipotent and support myocardial regeneration”, Cell, 2003, vol. 114 (6). Stamm C.,Westphal B., Kleine H.D., Petzsch M., Kittner C., Klinge H., Schumichen C., Nienaber C.A., Freund M., Steinhoff G., “Autologous bone-marrow stem-cell transplantation for myocardial regeneration”, Lancet, vol. 361, No. 9351.

3 Véase Mezey E., Key S., Vogelsang G., Szalayova I., Lange G.D., Crain B.,” Transplanted bone marrow generates new neurons in human brains”, Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 2003, vol. 100 (13). Vescovi A.L., Martino G., “Injection of adult neurospheres induces recovery in a chronic model of multiple sclerosis”, Nature, 2003, vol. 422 (6933), Hess D., Li L., Martin M., Sakano S., Hill D., Strutt B., Thyssen S., Gray D.A., Bhatia M., “Bone marrow-derived stem cells initiate pancreatic regeneration”, Nature Biotechnology, 2003, vol. 21 (7). Horb M.E., Shen C.N., Tosh D., Slack J.M., “Experimental conversion of liver to pancreas”, Current Biology, 2003, vol. 13 (2).

4 Véase Stojkovic M., Lako M., Strachan T., Murdochl A., “Derivation, growth and applications of human embryonic stem cells”, Reproduction, 2004, vol. 128.

5 Freed C.R., “Will embryonic stem cells be a useful source of dopamine neurons for transplant into patients with Parkinson’s disease”, Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 2002, vol. 99 (4).

6 Tsai R.Y., McKay R.D., “A nucleolar mechanism controlling cell proliferation in stem cells and cancer cells”, Genes and Development, 2002, vol. 16 (23). Wakitani S., Takaoka K., Hattori T., Miyazawa N., Iwanaga T., Takeda S., Watanabe T.K., Tanigami A, “Embryonic stem cells injected into the mouse knee joint form teratomas and subsequently destroy the joint”, Rheumatology, 2003; vol. 42. Erdö F., Bührle C., Blunk J., Hoehn M., Xia Y., Fleischmann B., Föcking M., Küstermann E., Kolossov E., Hescheler J., Hossmann K.A., Trapp T., “Hostdependent tumorigenesis of embryonic stem cell transplantation in experimental stroke”, Journal of Cerebral Blood Flow and Metabolism, 2003, vol. 23 (7).

7 Marx J., “Mutant stem cells may seed cancer”, Science, 2003, vol. 301 (5638).

8 El hecho de que esos factores epigenéticos que contribuyen al desarrollo de células madre embrionarias en el embrión sean también los que contribuyen a la aparición de neoplasias en el adulto es preocupante. De hecho, se han encontrado células madre en tumores. Normile D., “Cell proliferation: Common Control for Cancer, Stem Cells”, Science, 2002, vol. 298. Valk-Lingbeek M.E., Bruggeman S.W., Van Lohuizen M.; “Stem cells and cancer: the polycomb connection”, Cell, 2004, vol. 118, No. 4. 0454129s.doc

9 Bortvin A., Eggan K., Skaletsky H., Akutsu H., Berry D.L., Yanagimachi R., Page D.C., Jaenisch R., “Incomplete reactivation of Oct4-related genes in mouse embryos cloned from somatic nuclei”, Development, 2003, vol. 130 . Mann M.R., Chung Y.G., Nolen L.D., Verona R.I., Latham K.E., Bartolomei M.S., “Disruption of imprinted gene methylation and expression in cloned preimplantation stage mouse embryos”, Biology of Reproduction, 2003, vol. 10. Boiani M., Eckardt S., Leu N.A., Scholer H.R., McLaughlin K.J., “Pluripotency deficit in clones overcome by clone-clone aggregation: epigenetic complementation?”, The EMBO Journal, 2003, vol. 22 (19). Fulka J., Miyashita N., Nagai T., Ogura A., “Do cloned mammals skip a reprogramming step?”, Nature Biotechnology, 2004, vol. 22 (1). Mann M.R., Lee S.S., Doherty A.S., Verona R.I., Nolen L.D., Schultz R.M., Bartolomei M.S., “Selective loss of imprinting in the placenta following preimplantation development in culture”, Development, 2004, vol. 131.

10 Simerly C., Dominko T., Navara C., Payne C., Capuano S., Gosman G., Chong K.Y., Takahashi D., Chace C., Compton D., Hewitson L., Schatten G., “Molecular correlates of primate nuclear transfer failures”, Science, 2003, vol. 300. Wolf D.P., “An opinion on human reproductive cloning”, Journal of Assisted Reproduction and Genetics, 2001, vol. 18.

11 Knight J., “Biologists fear cloning hype will undermine stem-cell research”, Nature, 2004, vol. 430.

12 Durante la meiosis se produce una segregación de los alelos, con la subsecuente distribución aleatoria de homólogos. Esta “mezcla” de genes, que es la base de la identidad genética, previene varias anormalidades genéticas. En la clonación por transferencia nuclear no se produce esa sana “mezcla” de genes. genes de la humanidad. Además, sería prohibitivamente peligroso para el clon individual.

13 Healy D.L., Weston G., Pera M.F., Rombauts L., Trounson A.O., “Human cloning”, Human Fertility, 2002, vol. 5.

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(*)La versiòn original en inglés y la traducciòn al castellano, por Naciones Unidas (documento A/C.6/59/INF)

24 noviembre 2004

"LOS QUINCE PRIMEROS DÍAS DE UNA VIDA HUMANA"

[Los hechos biológicos son claros: "No se puede confundir un embrión humano con un puñado de células". Natalia López Moratalla y María Iraburu Elizalde, profesoras de la Universidad de Navarra, acaban de publicar un libro titulado "Los quince primeros días de una vida humana" (Eunsa, 2004): ver noticias (24-XI-04) en el web site de la Universidad de Navarra.]

#064 ::Vita Categoria-Eutanasia y Aborto

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La obra "pretende dar a conocer las investigaciones más recientes acerca del impresionante proceso por el que arranca la vida del ser humano y por el que se desarrolla el embrión mientras recorre el camino hacia el útero materno y anida en él".La idea central del libro consiste en comprender cómo se constituye un nuevo individuo teniendo como punto de partida el material celular y genético aportado por los padres. "Con el proceso de la fecundación los gametos paterno y materno se activan mutuamente y funden el material genético que cada uno porta. En el tiempo que dura la fecundación se 'enciende' una nueva vida: el material heredado adquiere nuevas marcas y la estructura propia de inicio de una nueva existencia".

Asimismo, el libro explica cómo el cigoto (el embrión en su primer día de vida) crece y se desarrolla en diálogo molecular con la madre a lo largo de los cinco días que tarda en recorrer el camino que separa la trompa del útero materno: "Un viaje, el primero de su vida, en el que aprende a orientarse y se prepara para que la madre pueda recibirlo como alguien distinto de ella, sin que esto suponga un peligro. Y tras recibirle le ayuda a anidar, a implantarse en su útero, a lo largo de esa segunda semana de vida". Para Natalia López Moratalla, "los hechos biológicos son claros y precisos. El rigor científico elimina interpretaciones ideologizadas, interesadas o partidistas. Uno puede opinar que una vida humana incipiente tiene sólo un valor ponderable respecto a otros posibles bienes y tendrá que encontrar razones que justifiquen esa jerarquía de valores y derechos. Pero no se puede, por ejemplo, confundir un embrión con un puñado de células".

La publicación está dirigida a científicos, legisladores y expertos en ética, pero también "permite una lectura divulgativa que la convierte en un libro de consulta para lectores interesados por la vida humana y el desarrollo actual de la tecnología biomédica".

Por su parte, el autor del prólogo, el profesor Esteban Santiago, también de la Universidad de Navarra, afirmó que "la comprensión más rigurosa del milagro de la vida humana que comienza con la fecundación ayudará a una investigación responsable en este campo de la ciencia donde tantas cosas están en juego".

EL PODER DE LAS PALABRAS

[El autor de este artículo hace ver que en el asunto del pretendido derecho al "matrimonio" de homosexuales --siempre desde su condición de víctimas de una sociedad "homófoba"-- lo que se da en realidad es un ataque frontal al matrimonio. Aunque el hábil uso de las palabras hace todo confuso, lo que peligra de verdad no es la libertad de algunos que son homosexuales, sino el matrimonio de todos los heterosexuales.]

#063 ::Hogar Categoria-Matrimonio y Familia

por Juan Ignacio Banares

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Cuando se habla del matrimonio entre homosexuales con frecuencia se intenta establecer una relación entre este tema y la libertad propia de la democracia, la no intervención del Estado en materia moral, el respeto a los derechos de una minoría discriminada, la no interferencia de unos ciudadanos en la vida privada de otros, el progreso y la tolerancia, etc. En consecuencia, con sólo usar estas palabras, el que piensa de otra manera queda automáticamente descalificado como antidemócrata y opuesto a la libertad, defensor de la intervención del Estado en materia religiosa, discriminador de una minoría perseguida, fisgón y entrometido en la vida de los demás, rancio, opuesto al progreso e intolerante.

Cuando se habla del matrimonio de homosexuales se plantea como si, en todo caso, se tratara de algo que sólo afecta a los homosexuales y que nadie más debería tener algo que decir al respecto: si ellos quieren, ¿por qué no?

Vayamos por partes. La democracia debe respetar las libertades: pero una cosa son las libertades y otra distinta los derechos subjetivos: yo soy libre para obtener el permiso de conducir, pero no tengo derecho a pedirlo si no quiero o no puedo hacer el examen correspondiente. Esto no es un límite a la libertad de algunos ciudadanos, sino garantizar la sustancia de la libertad de todos los demás (la seguridad vial), definiendo lo esencial de ese derecho. Tampoco se trata de una invasión del ámbito moral por parte del Estado, de una interferencia de unos en la vida privada de otros: son los homosexuales, al plantear esta cuestión, quienes pretenden para una conducta suya privada (de tipo sexual) un reconocimiento público, un trato de privilegio económico (pagado por los demás) y una equiparación jurídica. Este régimen de privilegio ¿no vulneraría el principio constitucional de igualdad respecto a otras uniones de convivencia privada con objetivos solidarios –tres primos, abuela y dos nietos, varios amigos-, por discriminación en función del uso privado del sexo? El matrimonio no tiene privilegios: lo que recibe es un trato por parte del Estado que corresponde al bien común que constituye. En efecto, una familia con padre, madre e hijos (y demás parientes), con un compromiso de estabilidad y un parentesco de origen (de consanguinidad) entre ellos, aporta a la sociedad un ámbito de recepción adecuada de los nuevos ciudadanos, una seguridad de cuidado y atención, una protección del parentesco mismo, que contribuye a estructurar la sociedad y a dar raíces a sus bases.

Tampoco es una cuestión religiosa lo que se discute aquí directamente. Se trata de si una conducta personal o costumbre privada de uso sexual tiene que ver de por sí con el bien común, con la autoridad pública, con lo que se entiende comúnmente por matrimonio. Por eso, no se trata de intolerancia con los usos personales de otros; al revés, se trata de que sigan siendo lo que son: usos y personales.

Detrás de las palabras acusadoras que hemos comentado al inicio, dichas desde una pretendida condición de víctima, curiosamente lo que se da en realidad es un ataque frontal al matrimonio. El uso de las palabras hace todo confuso: pero lo que peligra de verdad no es la libertad de algunos que son homosexuales, sino el matrimonio de todos los heterosexuales. Porque lo que se pretende no es no ser castigados por su conducta –no lo son ni lo han sido en el último cuarto de siglo- sino cambiar el concepto mismo del matrimonio y de la familia. Por eso es un tema que afecta a todos y a la sociedad misma. Por eso la agresión viene de esta propuesta. Es una verdadera paradoja que ese colectivo insista tanto en ‘respetar la diferencia de orientación sexual’ y a la vez pretenda que su unión es idéntica a la del matrimonio. No es idéntica y todos lo sabemos. Lo que se busca al final es sustituir la institución del matrimonio y la familia por otra distinta: pero en el fondo pertenece al sentido común reconocer que la complementariedad de la mujer y el varón es particular (si no, por qué dos seres distintos), que la conyugalidad no es una simple suma de sexo y afectos, y que la familia no es un simple agregado de individuos que habitan juntos.

No son cuestiones de nombres, de palabras: es cuestión de diferencias verdaderas en la vida real. Por eso no es injusto tratar diferentemente a lo distinto: a lo privado, como privado; a lo sexual, como sexual; a lo que pertenece al bien común, como a algo de ámbito público. Cuando no se distingue, se confunde. De ahí otra paradoja actual: se reclaman los efectos del matrimonio para las uniones de hecho (como si hubiera conyugalidad) y se quiere imponer a la vez a todos los matrimonios los defectos de las uniones de hecho (aumentando la fragilidad de su estabilidad a base de facilitar cada vez más la posibilidad de ruptura).
No. No son víctimas, porque nadie les persigue. Hay un número de ciudadanos que hablan de libertades, derechos y discriminaciones y a la vez son ellos quienes pretenden atentar contra el matrimonio, quienes se han propuesto “luchar por el matrimonio del mismo sexo y sus beneficios y, entonces, una vez garantizado, redefinir la institución del matrimonio completamente, (...) alterar radicalmente una institución arcaica (...). La acción más subversiva que pueden emprender los gays y las lesbianas (...) es transformar por completo la noción de familia”. Lo que transcribo entre comillas no son palabras de acusación gratuita de un fanático que ve enemigos por todas partes: es la declaración de intenciones formulada por un conocido activista homosexual, hace ya diez años. En agosto de 2003, el punto de mira no había cambiado. Un compañero del mismo colectivo insistía: “Ser homosexual es más que poner casa, dormir con una persona del mismo sexo y buscar la aprobación del Estado sobre esto... Ser homosexual significa dar un empujón a los parámetros del sexo, la sexualidad y la familia; y, en este proceso, transformar la misma ‘fábrica’ de la sociedad... Debemos mantener nuestra mirada en los objetivos de suministrar verdaderas alternativas al matrimonio y reordenar radicalmente la visión de la realidad que tiene la sociedad”. ¿Por qué esa fobia al matrimonio heterosexual? ¿Se nos permite, al menos, defenderlo?

EL LAICADO EUROPEO: SITUACIÓN Y PERSPECTIVAS

[Este texto es un resumen de la intervención de Mons. Rylko, Presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, en el reciente Congreso celebrado en Madrid. Publicado en Alfa y Omega (18-XI-04).]

#062 ::Varios Categoria-Varios: Etica y Antropologia

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La Europa de hoy presenta caras diferentes y contradictorias. Está la Europa de las grandes ilusiones y las grandes esperanzas de progreso, de libertad y democracia, de bienestar, de solidaridad y de paz. Y está la otra Europa, la Europa opulenta que está perdiendo su alma; el continente de la apostasía silenciosa, de una Humanidad harta que vive como si Dios no existiese, y en el que la secularización asume forma institucional. El horizonte que se abre ante nosotros es precisamente éste: Europa como tierra de misión. La nueva evangelización de nuestro continente es una tarea urgente, que debe correr a cargo de los mismos cristianos europeos.

Sobre el fondo de la Europa de nuestros días, tratemos ahora de delinear el retrato del cristiano laico. El primer rasgo es una identidad clara y firme. El intento de neutralizar la presencia cristiana en el mundo de hoy pasa por la propuesta de modelos de vida que siembran confusión y extravío también entre los discípulos de Cristo. En muchos, la cultura del pensamiento débil genera personalidades frágiles, fragmentadas, incoherentes. El dogma de lo políticamente correcto se convierte en un imperativo absoluto, que, contradiciéndose a sí mismo, alimenta un peligroso proceso de homologación.

El Papa nos recuerda: «El nuestro es un tiempo de continuo movimiento, que a menudo desemboca en el activismo, con el riesgo fácil del hacer por hacer. Tenemos que resistir a esta tentación, buscando ser antes que hacer». Hace falta, pues, redescubrir la esencia del cristianismo: el encuentro personal con Jesucristo. Redescubrir el cristianismo como un acontecimiento real que ocurre hoy en nuestra vida, como ocurrió en la vida de los primeros discípulos. El cristianismo no es una doctrina por aprender, ni tampoco un simple código ético. El cristianismo es una Persona, la persona viva de Cristo que hay que encontrar y acoger en la propia vida. Porque sólo este encuentro cambia realmente la existencia de las personas y da el sentido último y definitivo a nuestro destino. El Papa no deja de recordárnoslo: «No, no será una fórmula lo que nos salve, pero sí una Persona y la certeza que ella nos infunde: ¡Yo estoy con vosotros!»

¡Debemos reapropiarnos el significado de nuestra identidad y estar orgullosos de ella! Hace falta, por tanto, remontar hasta el Bautismo y al cometido que este sacramento tiene en la vida del cristiano. Como Juan Pablo II explica: «No es exagerado decir que toda la existencia del fiel laico tiene como objetivo el llevarlo a conocer la radical novedad cristiana que deriva del Bautismo, sacramento de la fe, con el fin de que pueda vivir sus compromisos bautismales según la vocación que ha recibido de Dios». He aquí el punto del que siempre hay que partir: el Bautismo y una verdadera y adecuada iniciación cristiana de los bautizados.

La segunda peculiaridad es la audacia de una presencia visible e incisiva en la sociedad. Un conformismo seductor nos ha domesticado y nos hemos vuelto sosos, invisibles. En este inicio de milenio, los cristianos debemos contemplar el coraje de los confesores de la fe, la certeza de la fe en Jesucristo. Un coraje y una certeza basados en la promesa del Señor: «He aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo».

La tercera y última peculiaridad del retrato del cristiano laico es el sentido de la pertenencia eclesial. Dice el Catecismo de la Iglesia católica: «Creer es un acto eclesial. La fe de la Iglesia precede, engendra, conduce y alimenta nuestra fe». En este contexto, ¿cómo no hacer referencia a la nueva época asociativa de los fieles laicos, verdadero don del Espíritu Santo a la Iglesia de hoy? Las asociaciones laicales, los movimientos eclesiales y las nuevas comunidades son de importancia vital para la Iglesia en los albores del nuevo milenio, pues suscitan en muchos laicos un fuerte sentido de pertenencia eclesial. Esta nueva época asociativa no hay que verla, por tanto, como un problema, sino como un don. Asociaciones, movimientos y nuevas comunidades son verdaderos laboratorios de la fe, escuelas de santidad y de comunión, escuelas de fuerte pertenencia eclesial, es decir de una pertenencia que marca la vida.

El retrato del laico cristiano europeo que hemos intentado trazar no es una utopía. En nuestra vieja Europa, hay muchos cristianos que han propuesto como programa de sus vidas estas prerrogativas, y son por ello felices. Cuando se habla de confesores de la fe, el pensamiento vuela espontáneamente a tantos mártires que con su sangre han dado particular fecundidad espiritual al anuncio cristiano. Los mártires de ayer interpelan nuestro modo de ser cristianos hoy. Quiera el Señor que este Congreso marque un hito en la vida de muchos cristianos laicos españoles y que los empuje a un continuo descubrimiento del valor y de la belleza de su vocación y misión en la Iglesia y en el mundo contemporáneo. «Duc in altum! ¡Caminemos con esperanza!»

20 noviembre 2004

NIÑOS Y JÓVENES: ¿QUÉ LES PASA?

[El autor de este artículo, Director de la revista Nuestro Tiempo, ha hecho un seguimiento durante tres semanas de los titulares de prensa relacionados con niños y jóvenes menores de edad. Es sumamente ilustrativo, como sintomatología de la grave enfermedad que estamos padeciendo en nuestra sociedad occidental. La necesidad urgente de un tratamiento eficaz, se muestra por sí sola.]

#061 ::Educare Categoria-Educacion

por Miguel Angel Jimeno

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Tras el suicidio del joven Jokin, en Fuenterrabía, parecía lógico que mandaran las informaciones sobre un tema cuyo interés resume muy bien este título de La Gaceta de los Negocios: “El acoso escolar activa la alerta roja en los ámbitos familiar y educativo”.

Tras el arranque del debate sobre la televisión y los niños, también parecía lógico que proliferaran noticias sobre el asunto, noticias como esta leída en Expansión: “Se buscan culpables de la telebasura”.

En apenas tres semanas de lectura de un buen puñado de diarios, se han encontrado numerosos títulos relacionados con niños y con jóvenes menores de edad.

Los títulos son todos, es decir, no se han elegido unos y olvidado otros. Dicho vulgarmente, “esto es lo que hay”. Aunque, para ser justos, se han omitido aquellos relacionados con “infraestructuras” (colegios en mal estado, inspecciones en autobuses escolares, calorías en las comidas de los centros, huelgas de padres…) y con premios locales-regionales-nacionales a chavales (del tipo “Nuevo éxito de dos alumnos del conservatorio de Don Benito”). Tampoco se han apuntado —a pesar de sus enormes bondades— esos suplementos semanales de “juegos escolares” o “juegos deportivos” y quizá el único centrado en los más pequeños, “Cordobilla”. Y para decir toda la verdad, también se han omitido las tradicionales visitas de escolares a las redacciones de los diarios.

¿La vida sigue igual o, en verdad, hay síntomas para la alarma? ¿Hasta que punto son normales o excepcionales estas noticias? ¿Provocan alarma los medios al publicar noticias en parecida dirección o no hay noticias de las otras, de las “buenas”?

Y el 20 de noviembre es el Día Internacional del Niño…

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En el centro educativo

Fracaso escolar

“El 21,6% de los jóvenes riojanos abandona el sistema escolar a los 17 años” (La Rioja).
“Apenas el 8% de los alumnos de ESO pasa la prueba extraordinaria de junio” (El Periódico de Extremadura).
“Expertos piden medidas drásticas para atajar el fracaso escolar” (El Periódico de Aragón).
“El Gobierno prevé tomar medidas contra el fracaso escolar” (Diario Córdoba).
“El fracaso escolar afecta al 20% de los estudiantes de la ESO” (El Periódico de Aragón).

Acoso escolar

“Primer caso de acoso escolar en Aragón” (El Periódico de Aragón).
“Acoso escolar: un fenómeno que afecta al 6% de los escolares” (La Verdad).
“El Gobierno vasco instaura una semana anual contra el acoso en las aulas” (Diario Córdoba).
“Como se te ocurra hablar te vamos a dar…” (La Verdad).
“Los profesores piden más recursos para luchar contra el acoso escolar” (El Periódico de Aragón).
“La mitad de los alumnos acosadores reconoce que sale impune de la agresión” (ABC).
“La Fiscalía de Menores de Murcia recibe numerosas denuncias de padres por acoso en las aulas” (La Verdad).
“Una alumna malagueña de 15 años lleva al fiscal los insultos y agresiones de sus compañeros” (Diario Córdoba)

Valores

“El instituto Victorio Macho difunde el voluntariado social entre sus alumnos” (Diario Pelentino).
“Inculcar valores desde la infancia. 4.320 alumnos salmantinos de 59 centros participan en dos programas de Aldeas Infantiles” (El Adelanto).
“Más dinero para el deporte escolar” (Diario Montañés).
“El deporte base mueve a 3.000 escolares” (El Periódico de Extremadura).
“Mil alumnos forman parte de un taller de prevención sobre drogas” (Diario Córdoba).
“Más de 3.000 niños aprenden sobre valores y emociones” (La Estafeta)

Profesores

“Los docentes piden ayuda para dignificar la tarea del profesor, cada vez más indefenso ante el alumno” (La Rioja).
“Homer desafía a Newton. Un profesor de Granada enseña Física a sus alumnos mediante dibujos animados” (Diari de Tarragona).
“El Justicia recibe una nueva queja de un estudiante que dice sufrir una persecución de sus profesores” (El Periódico de Aragón).
“Un profesor, acusado de abusos sexuales” (El Adelanto de Salamanca).
“Nueve padres denuncian a una maestra de Córdoba por maltrato y abuso sexual a niños de tres años” (elmundo.es).

Padres

“Los padres también van a la escuela. En Amalgama, un equipo de expertos enseña a los progenitores a entender y enfrentarse al mundo de sus hijos” (La Vanguardia).
“Los padres piden más control a los profesores por la droga” (Mediterráneo).
“El IES Valle de Cidacos implanta un sistema informático que permite conocer a los padres el comportamiento de sus hijos” (La Rioja).
“Curas, profesores y padres recogen firmas en contra del trato del Gobierno a la religión” (La Rioja). (Sobre este asunto, numerosas noticias con cifras: 53.000 firmas en Córdoba…).

Varios

“¿Debo prestar mis apuntes?” (La Vanguardia).
“Asturias duplicará los centros con máquinas de preservativos” (La Voz de Asturias).
“Iniciativa en Cáceres: la policía vigilará que los escolares no falten al colegio” (El Periódico de Extremadura).
“El uniforme escolar irrumpe como nueva polémica en el debate educativo” (abc.es)
“Las jugueteras reclaman más presencia en el aula” (Expansión).
“Una campaña concienciará a los niños del cuidado de los libros” (Diario Córdoba).
“Un centenar de alumnos del colegio Cesaraugusto participó en un desayuno cardiosaludable” (El Periódico de Aragón).

En casa

La familia

“La familia busca su sitio” (Expansión).
“Querer no es consentir” (La Verdad de Murcia).
“El Parlamento británico ilegaliza las palizas a los niños, pero permite un bofetón sin causar marcas” (Heraldo de Aragón).
“Detenida una pareja peruana por maltrato continuado a su niña de dos meses” (La Rioja).
“La cifra de hijos fuera del matrimonio se ha multiplicado por trece desde 1975” (El Periódico de Extremadura).
“El 26% de los catalanes recién nacidos tienen madre no casada” (El Periódico de Cataluña).
“Arrestan en Basauri a una mujer acusada de suministrar drogas y alcohol a sus hijos” (La Rioja).
“Recuperan a los niños que secuestró su madre” (Diario Córdoba).
“Encarcelado un padre que daba palizas a su bebé” (El Periódico de Cataluña).
“Las familias de la región, más estables que la media nacional” (El Adelanto de Salamanca).
“Más de 5.000 casos de violencia doméstica de hijos a padres en lo que va de año” (Diario Palentino)

Televisión

“Canales locales y familias piden a los padres que no usen la tele como niñera” (Diario de Navarra).
“Tele 5 inicia la señalización del horario protegido” (El Periódico de Cataluña).
“La violencia que vuelve insensibles a los jóvenes. Los expertos aconsejan que los padres comenten las películas y los telediarios con sus hijos para fomentar una actitud crítica” (Heraldo).
“Los Lunnis despiertan desde hoy a los niños con una canción” (la Voz de Asturias).
“Antena 3 y Telecinco responsabilizan a los padres de los programas que ven los niños en la televisión” (elmundo.es).
“Dos de cada tres niños ven la tele acompañados de personas adultas” (Diario de Navarra).
“Los contravalores de los espacios infantiles: sexismo, maltrato y violencia” (ABC).

Violencia

“Crónicas, de La 2, aborda el tema de los menores difíciles: 800.000 niños con conductas complicadas” (Diario Montañés).
“Joven detenido autor de dos webs nazis” (Mediterráneo).
“Detenido un niño de 14 años por maltratar a su abuela en Lérida” (La Verdad).
“Alarma por el incremento de hijos que agreden a sus padres en Barcelona. En 2003 hubo 930 menores detenidos por delitos de lesiones” (El Periódico de Cataluña)

Tecnología, juego

“Ordenadores y consolas para niños de tres años” (Expansión).
“Generación-i: los jóvenes de la era de internet. El 49% de los jóvenes se conecta más de dos horas al día” (Heraldo de Aragón).
“Uno de cada tres menores españoles de entre 8 y 13 años tiene su propio móvil” (La Rioja).
“Diversas páginas webs promueven la anorexia y la bulimia” (Heraldo).
“El Scalextric y la Gameboy son los juguetes preferidos de los niños” (Diario Córdoba).

Comer

“La falta de ejercicio y la mala alimentación hacen crecer la diabetes en niños y jóvenes” (La Estafeta).
“La hipertensión es cosa de niños. La obesidad y el sedentarismo son dos grandes enemigos de la infancia” (Diario de Navarra)

Accidentes

“Un niño sufre quemaduras en una pierna en el incendio de su casa” (La Verdad).
“Muere un joven e 15 años tras una explosión de gas en su casa” (La Rioja).

En la calle

Influencias

“Los riesgos de la publicidad como vehículo de loa valores juveniles” (Expansión).
“El 25% de los anuncios en las calles, de tabaco y alcohol” (El Diario Montañés).
“Gran Hermano impulsa una campaña contra el tabaco” (El Periódico de Cataluña).
“Los adolescentes fumadores suspenden más que los que no fuman” (La Rioja).
“Insatisfechos con su cuerpo” (Diario de Navarra).
“Aumenta la oferta de tallas grandes para los jóvenes” (El Periódico de Cataluña).
“Piercings, riesgo para menores” (Mediterráneo).
“Madrid regula los locales de tatuajes y exige a los menores un permiso de sus padres” (El País)

Idolos

“Beckham, Raúl y Zidane, de galácticos a estrellas de cine” (ABC).
“David Bisbal, el más solicitado” (La Vanguardia).
“Robbie Williams destrona a Beckham como chico de calendario” (abc.es)

Niños…

“El vuelo de LeBron, nombrado 'Mejor Jugador de la Semana' en el Este” (elmundo.es).
“SHARAPOVA, NUEVA REINA DEL TENIS CON SÓLO 17 AÑOS” (as.es).
“El Mozart del ajedrez, de trece años, en Mérida” (El Periódico de Extremadura).

Violencia, gamberrismo

“Una pelea entre menores se salda con dos heridos leves por arma blanca” (Diario de Navarra).
“La pandilla de la Estación. Un grupo de jóvenes atemoriza a los vecinos de la terminal de autobuses” (Diario Montañés).
“Dos hermanos de 10 y 13 años roban 1.700 euros” (La Voz de Asturias).
“Arrestado un menor por tráfico de drogas” (El Periódico de Aragón).
“Un palentino de 14 años comete 35 robos en tres días en Oviedo y Pola de Siero” (Diario Palentino).
“Una menor, detenida por un ataque con navaja” (El Periódico de Aragón).
“El vandalismo también es cosa de chicas: cuatro jóvenes, sorprendidas tras arrancar cuatro semáforos” (Heraldo).
“Los jóvenes delincuentes harán trabajos sociales” (El Adelanto de Salamanca).
“Pillan a dos jóvenes pintando la fachada de un edificio” (La Verdad).
“La guerra contra la tinta. La mayoría de los chavales pillados spray en mano son niños de entre 12 y 15 años” (Diari de Tarragona).
“Detenidos un joven y un menor de 14 años por 40 robos en coches” (Diario Córdoba).
“Una joven denuncia por maltratos a un menor de 15” (El Periódico de Aragón).
“Una banda juvenil asalta la tienda de un hombre que le plantó cara. Más de diez chicos con palos y cadenas atacan una pajarería” (El Periódico de Cataluña).
“El juez impone seis años al menor que llevó los explosivos del 11-M” (El Periódico de Cataluña)

Violencia contra ellos

“Denuncian represión y castigos en un centro de menores” (Diario Córdoba).
“Bajan de un coche a un niño marroquí de cinco años y lo abandonan en medio de la calle” (La Verdad).
“Detienen a dos hombres por violar a una niña de 14 años en un descampado” (La Verdad).
“Van de copas y dejan a los hijos en el coche” (Mediterráneo)

Sexo, opción sexual

“Salud repartirá gratis la píldora del día después a partir de los 16 años” (La Voz de Asturias).
“Campaña para fomentar el uso del condón” (El Periódico de Aragón).
“Farmacias aragonesas venderán cajas de tres condones por un euro. El 50% de los jóvenes no usa preservativo” (El Periódico de Aragón).
“Reparto de preservativos en la campaña para prevenir el sida dedicada a los jóvenes” (El Adelanto de Salamanca).
“1.232 adolescentes embarazadas en 2003 en Cataluña. 773 abortaron” (La Vanguardia).
”Papá, ¿qué es un gay” La Fundación Triángulo —el colectivo regional de gays y lesbianas— organiza un seminario especializado en Badajoz” (El Periódico de Extremadura).

Droga, alcohol, tabaco

“Casi 3.000 jóvenes extremeños toman cocaína habitualmente” (El Periódico de Extremadura).
“Investigan si parte del hachís iba a los institutos” (Mediterráneo).
“Vecinos de zonas de movida aceptan que se habiliten botellódromos” (Diario Córdoba).
“Portugalete regula con los jóvenes lonjas alternativas al botellón” (La Rioja).
“Casi el 83% de los riojanos de 12 a 16 años ha probado alcohol alguna vez y el 70% ha probado bebidas alcohólicas en el último mes” (La Rioja).
“Aumenta la venta de drogas cerca de los institutos” (Mediterráneo).
“El hábito de fumar avanza entre las chicas a partir de lo 13 años” (El Periódico de Cataluña)

Los padres…

“Los padres contratan cada vez más a detectives privados para controlar a sus hijos” (La Razón).
“Una patata caliente para los padres: campaña pionera de los Mossos en las escuelas de Cataluña para educar a los progenitores en seguridad vial” (La Vanguardia)

Tendencia

“La cifra de inmigrantes crece un 22% en apenas 10 meses” (Mediterráneo)
“Primer bautizo civil de un niños en España” (Mediterráneo)

Civismo, educación en valores

“Agso organiza una campaña de educación cívica para los jóvenes” (El Adelanto).
“200 jóvenes se han matriculado en la Escuela Municipal de Folklore” (Diario Montañés).
“Más de 4.000 niños participarán en la VI Carrera del Parchís” (El Periódico de Aragón).
“Uno de cada dos adolescentes hace deporte organizado” (Diario de Noticias).
“Los alumnos de quinto del colegio Prat de la Riba pusieron denuncias cívicas a los conductores” (Diari de Tarragona).
“Medio millar de escolares de Calahorra de segundo de la ESO acudió al Lope de Vega para ver una obra” (La Rioja).
“Los Conciertos Escolares guiarán a 3.000 alumnos por las músicas de todo el munso” (La Rioja).
“La semana de la Ciencia: vuelos sin escoba y huevos sin cascar” (La Verdad).
“Más de 1.500 alumnos de ESO participan en el Salón Intercultural de Sos Racismo” (Diario de Navarra).
“Los niños celebrarán un pleno el Día de la Infancia” (Diario Córdoba).
“Derechos básicos y educación en valores centran el Día de la Infancia” (Diario Córdoba).
“RNE inicia la quinta campaña Un juguete, una ilusión” (Diario Córdoba).
“Unos 1.200 escolares conocen los monumentos eulalienses” (El Periódico de Extremadura).
“Más de doscientos escolares en la semana sobre el medio ambiente” (La Verdad).
“Langreo impulsa la protección de la infancia y de los adolescentes” (La Voz de Asturias).
“Mil alumnos repueblan un monte de San Juan” (Heraldo)

Varios

“Colúmpiate, canciones infantiles a ritmo electrónico” (abc.es)
“Un programa sanitario aumenta la vacunación entre niños inmigrantes” (Heraldo)
“El Gobierno estudia modificar el Código Civil para evitar el castigo físico a los niños” (El País)

Fuera de España…

“Al menos 100.000 niños soldados luchan en guerrillas de los Grandes Lagos de África” (Diario de Navarra).
“Más de 300.000 niños soldado luchan en los conflictos armados de 20 países” (Diario Montañés)
“Un niño alemán de doce años mata a sus padres tras discutir por sus malas notas” (La Verdad).
“Muere un niño al recibir una paliza de su tío en Francia” (El Periódico de Extremadura).
“El Reino Unido restringirá los anuncios de bollería” (El Adelanto de Salamanca).

Dicen…

“Ahora es muy difícil llegar a los jóvenes” (delegado de Pastoral Juvenil en El Adelanto de Salamanca)
“El joven debe ser rebelde e innovador” (siquiatra en El Periódico de Aragón)
“Los niños deben elegir su deporte, no los padres” (presidente de Anamede en Diario de Navarra)
“Un instituto se ha convertido en guardería de adolescentes” (profesor de ESO en El Periódico Extremadura)
“Pasamos de una infancia protegida a una adolescencia abandonada y sólo se nos ocurre reformar las leyes” (defensor del Menor en Heraldo de Aragón)
“A veces la clave está en una buena novia” (juez de Menores en La Voz de Asturias)
“Si el padre se implica, puede jugar con el niño” (ilustrador en El Periódico de Aragón)
“Regale tiempo a sus hijos” (sicólogo a Diario Córdoba)
“Los chavales hoy no juegan. No tienen tiempo” (pedagoga en Diario Vasco)
“El fracaso escolar o los malos tratos son causa del avance de la erosión de la familia en España” (Jesús Cardenal en La Verdad)
“Con Compañeros sufrí el fenómeno fan” (Eva Santolaria en El Periódico de Cataluña). “Asumo que la fama es efímera” (Fran Perea, protagonista de Los Serrano, en Diari de Tarragona).
“La prohibición de las drogas no ha valido para nada” (sociólogo en La Rioja)
“Loe menores copian de la TV el grito y la falta de respeto” (presidente del Observatorio Europeo de la TV Infantil en El Periódico de Cataluña)


PORROS Y ESQUIZOFRENIA

[El autor de este artículo, psiquiatra, dice que los jóvenes siguen recibiendo en la calle el falso mensaje de que el porro, o "cannabis" es inocuo (“droga blanda”) y con ese estribillo falaz aumenta el riesgo de que abusen de esta droga. En el ámbito científico, parece cada vez más asumida cierta relación - al menos como claro factor de riesgo- entre el consumo de estas drogas y las psicosis, etc. Es otro mensaje de alerta para padres y educadores.]

#060 ::Varios Categoria-Varios: Etica y Antropologia

por Javier Schlatter

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La esquizofrenia es una enfermedad psiquiátrica incluída dentro del grupo de las psicosis. Aunque los últimos avances farmacológicos han mejorado su pronóstico considerablemente, sigue produciendo en muchos casos un grave impacto sobre la vida de los pacientes, que supone un coste personal, familiar y social altísimo. Los mayoría de los estudios epidemiológicos sitúan en alrededor del 1% las personas que padecen esta enfermedad. Si aplicamos este porcentaje a Navarra, el número de pacientes sería cercano a 5000. Como es conocido, en la mayoría de los casos, esta enfermedad se inicia durante la juventud. Se conoce poco sobre las causas de esta enfermedad, y más bien se piensa que debe existir una vulnerabilidad individual, y algún factor que la desencadene, como es el caso de las drogas.

En Navarra, según la encuesta “Juventud Navarra 2003” de la Fundación Bartolomé de Carranza, el cannabis (los porros) es la sustancia ilegal más consumida por nuestros jóvenes: un 7’5% de los navarros entre 15 y 29 años consumen cannabis a diario (el doble que hace 5 años); un 24’8 lo consumen de forma habitual (lo habían consumido en el último mes); un 30’6% lo hacen de forma ocasional (lo habían consumido en los últimos 6 meses); y un 53’7% lo habían probado alguna vez. Es decir, un tercio (32’3%) de nuestros jóvenes fuman porros frecuentemente.

Los médicos sabíamos por la práctica diaria y por estudios precedentes que existe una clara asociación entre el uso de drogas como el cannabis y las psicosis. Pero esto no basta para concluir que esta relación sea causa-efecto. Para eso hace falta realizar seguimientos durante años a grupos de pacientes consumidores de porros y de no consumidores, y ver si los que han consumido porros desarrollan con más frecuencia estas enfermedades. Además, habría que eliminar otros posibles factores causales asociados que podrían confundirnos.

Pues bien, hace dos meses, una de las revistas de mayor prestigio en psiquiatría (el British Journal of Psychiatry, 2004; 184: 110-7), publicó una revisión de 5 estudios prospectivos, realizados en Suecia, Holanda y Nueva Zelanda, que pueden ayudarnos a ver si el cannabis es un factor de riesgo de la esquizofrenia o de otras psicosis.

Estas son las dos principales conclusiones de esta revisión:

1) a nivel individual, el consumo de cannabis multiplica por dos el riesgo de padecer esquizofrenia;

y 2) en la población general, si se eliminara el consumo de porros, el número de pacientes con esquizofrenia se reduciría en un 8%. Atendiendo a estos datos, este 8% supondría en la población de Navarra, unos 400 casos menos de esta enfermedad. Los autores también subrayan que el consumo de porros no es causa suficiente ni necesaria para que se desencadene esta enfermedad, sino que formaría parte de un grupo complejo de factores de riesgo.

En el “Informe sobre el cannabis 2004: análisis de situación y propuestas de actuación” realizado por el Ministerio del Interior, se afirma que el cannabis “no es inocuo, sino una sustancia cuyo abuso puede tener repercusiones en la salud, especialmente en la mental”, y que estas consecuencias son mayores cuando el consumo se realiza durante la adolescencia. Este mismo grupo de expertos se sorprende de que no exista todavía una política de prevención, y se lamenta de la actual distinción entre drogas “que causan daño grave a la salud” y otras que no, pues distorsionan la información y minimizan las consecuencias de estas sustancias tóxicas. Las propias Naciones Unidas han hablado de una “deliberada confusión” en algunos que defienden el uso terapéutico del cannabis.

Recientemente se ha sugerido que el aumento del número de trastornos mentales relacionados con el consumo de porros puede deberse a la mayor pureza del cannabis que se comercializa actualmente (Compton WM et al. JAMA, 2004; 291: 2114-21).

En resumen, aunque los datos mencionados en esta revisión no son suficientes para establecer una definitiva relación causa-efecto entre cannabis y psicosis (McLeod J, et al; Lancet 2004; 363: 1579-88), estas nuevas evidencias deberían hacer reflexionar a las autoridades políticas y sanitarias, y a la profesión médica, especialmente las relacionadas con la juventud, para establecer un plan global de prevención que permita frenar esta escalada. Los objetivos podrían incluir: mejorar la información que se da a la juventud sobre las consecuencias nocivas de esta droga, ya que se ha comprobado que si los jóvenes reciben el falso mensaje de que el cannabis es inocuo (“droga blanda”), esto aumenta el riesgo de que abusen de esta droga; informar sobre los efectos del policonsumo de esta sustancia con otras como el alcohol o las drogas de diseño; establecer mayor control sobre el tráfico de cannabis, similar al que se aplica a otras drogas; así como crear protocolos de actuación para los jóvenes que acuden a los centros de salud por problemas relacionados con el consumo de cannabis.

18 noviembre 2004

EL PASO DE LA FECUNDACIÓN "IN VITRO" A LA EUGENESIA

[En este artículo se recogen las declaraciones de la doctora Claudia Navarini a Zenit (17-XI-04). Se pone de manifiesto un sutil deslizamiento desde situaciones de aparente normalidad en el manejo de los embriones humanos, hacia formas “eugenésicas”: es decir, la práctica con la que se eligen (o rechazan) arbitrariamente las características genéticas de un ser humano con fines meramente de mejora.]

#059 ::Vita Categoria-Eutanasia y Aborto

por Claudia Navarini
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Desde la simple aceptación de la fecundación «in vitro» para parejas estériles se ha ido verificando un proceso que ha llevado a efectuar el diagnóstico precoz de embriones de padres con enfermedades genéticas, registrándose el «paso decisivo hacia la lógica de la eugenesia».

Así lo denuncia la doctora Claudia Navarini, profesora de la Facultad de Bioética del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum (Roma), comentando la reciente decisión de la Autoridad de Fertilización y Embriología Humana (HFEA, en sus siglas en inglés) en Gran Bretaña.

El organismo ha dado luz verde a la selección de embriones obtenidos por fecundación «in vitro» y a la eliminación de aquellos que, genéticamente, podrían estar predispuestos a desarrollar un tipo de cáncer. Por primera vez, el diagnóstico pre-implantatorio se autoriza en el Reino Unido para una enfermedad que no se desarrolla desde el nacimiento.

Fue en 1991 cuando se identificó la responsabilidad de un gen, llamado APC (adenomatous polyposis coli) en la poliposis adenomatosa familiar (FAP), una forma hereditaria de cáncer caracterizada por la formación de cientos de adenomas en el colon-recto en edad comprendida entre los 20 y los 40 años, con sucesiva degeneración en adenocarcinoma y alto porcentaje de mortalidad en ausencia de diagnóstico precoz.

Un progenitor enfermo tiene el 50% de probabilidades de transmitir la enfermedad al hijo aunque el otro progenitor esté sano, y no puede haber portadores sanos de la enfermedad: o se está sano (ausencia del gen) o se está enfermo (presencia del gen en al menos una «mitad» del patrimonio genético).

«Esta es la teoría. En la práctica, como en muchos de los diagnósticos genéticos de enfermedades, sobre todo de aparición tardía como ésta, hay notables márgenes de incertidumbre y de desconocimiento», explica la doctora Navarini.

«Un estudio en marcha en el Instituto Nacional de Investigación del Cáncer, en Génova, por ejemplo, ha revelado la presencia del gen APC en el 60% aproximadamente de los casos de FAP considerados», informa.

«El proyecto de investigación --aclara-- se propone experimentar metodologías de diagnóstico genético no standard que consientan identificar la mutación del gen responsable también en los casos de tumores del colon-recto “APC-negativos”, o sea, que no estén asociados a la presencia del gen APC».

«No existen en cambio datos suficientes para valorar la situación inversa, esto es, sujetos “APC-positivos” que no hayan desarrollado la enfermedad, mientras que está probado que sujetos afectados pero tratados a tiempo tienen posibilidades concretas de prevenir la degeneración de los pólipos en cáncer», revela.

Así que, de acuerdo con la doctora Navarini, «en el estado actual de conocimientos científicos» «no es posible establecer la asociación automática y constante entre presencia del gen APC y mortalidad por FAP».

«No obstante –constata la especialista-- en Gran Bretaña, el 2 de noviembre de 2004 la agencia gubernamental responsable de la reglamentación en materia reproductiva –la HFEA— aprobó la selección embrional de los concebidos in vitro “APC-positivos”, con la consecuente eliminación de los que resulten predispuestos a la FAP».

Este panorama permite percibir –de acuerdo con la doctora Navarini-- «un proceso que desde la aceptación de la fecundación in vitro por documentada esterilidad conduce a su aplicación en situaciones de esterilidad sólo presunta», «y después a los portadores de algunas graves enfermedades genéticas a fin de efectuar el diagnóstico precoz de los embriones y “evitar” la implantación de los afectados, hasta la extensión del diagnóstico pre-implantatorio para un número progresivamente mayor de patologías, graves, menos graves e incluso de aparición tardía, o sea, relativa a embriones perfectamente normales en el momento de la implantación pero que podrían desarrollar después enfermedades mortales o invalidantes».

«De esta forma --advierte— se da el paso decisivo, de enorme alcance moral, hacia la lógica de la eugenesia, o sea, hacia la voluntad de injusta discriminación y selección de los seres humanos sobre base genética».

Y anuncia que aquí también existe «una previsible evolución que lleva «de la eugenesia sanitaria “negativa”» --«que se orienta a no preservar la vida de quien tiene (o mejor tendría) determinadas enfermedades»-- «a la eugenesia sanitaria “positiva”, que apunta a la “elección” de particulares rasgos genéticos capaces de asegurar beneficios al hijo (o a sus padres): una vida más larga, más sana, más resistente, en una palabra, más feliz».

Se trata de un «plano inclinado» que, según la profesora Navarini, niegan los partidarios del diagnóstico genético pre-implantatorio», quienes sostienen «que de eventuales ejemplos aberrantes no es lícito deducir deterministamente el irrefrenable deslizamiento de toda selección embrional hacia formas “eugenésicas”, entendiendo por eugenesia la práctica con la que se eligen (o rechazan) arbitrariamente las características genéticas de un ser humano con fines meramente de mejora».

Desde este punto de vista «dar la posibilidad a los progenitores enfermos de tener hijos no afectados por la misma enfermedad» sería «un “acto debido”, una posibilidad de la medicina actual»; «“elegir” hijos, según esta perspectiva, es en cambio otra cosa: establecer el color de los ojos, o del cabello, o el sexo».

«En resumen, la eugenesia temida --constata la doctora Navarini-- se referiría sólo a la selección de características estéticas, de rasgos somáticos a los que se asocia una superioridad, pero no se referiría a las elecciones relativas “a la salud”, y no estaría en juego en las actuales leyes y propuestas legislativas (nacionales e internacionales) sobre el diagnóstico pre-implantatorio».

En este contexto, la profesora de bioética recuerda que «la eugenesia históricamente más conocida y en todo lugar reprobada --la nacional-socialista-- no se basaba sólo en las características físicas» «a las que se asociaba una presunta idea de pureza racial», «sino que se empeñaba en “purificar” al pueblo de discapacitados (sobre todo mentales), de moribundos, de neonatos enfermos o deformes».

«Si se prueba por un instante a analizar la cuestión a fondo, de hecho resulta evidente la debilidad de los argumentos adoptados por los partidarios del diagnóstico genético pre-implantatorio», invita.

Añade que son «incontables» los ejemplos «que muestran la desconcertante mentalidad eugenésica generada por la fecundación in vitro»: «basta pensar en la eliminación selectiva de embriones sanos pero “no compatibles” realizada por la pareja de Pavía (Italia) que en septiembre pudo curar un hijo talasémico con las células estaminales del cordón umbilical de las dos hermanitas concebidas y “realizadas” ad hoc».

«Y ahora Gran Bretaña va más allá, consintiendo la eliminación de embriones que podrían enfermar en 20, 30 ó 40 años, cuando, además, la investigación médica tal vez habrá hallado una terapia válida», denuncia.

¿Por qué la selección pre-implantaroria no es solución?

Ciertamente, «el que sabe que tiene mayor probabilidad (o certeza) de tener hijos con problemas genéticos –un cierto porcentaje de probabilidades lo tienen todos— está indudablemente ante difíciles interrogantes sobre la eventualidad de tener hijos biológicos», «pero la selección pre-implantatoria no representa la solución», advierte la doctora Navarini.

La realidad es que con esa técnica «se pueden eliminar hijos ya concebidos que podrían tener, o desarrollar después, determinadas enfermedades, pero no se asegura el hijo absolutamente sano que se está buscando tenazmente», recuerda.

Es más, «el riesgo –lo confirman los pediatras— es el de cubrir a este hijo tan precioso de expectativas de perfeccionamiento que el pequeño no podrá en cualquier caso satisfacer, resultando dramáticamente inadecuado».

Hay que tener presente también que «existe la seria posibilidad de “descartar” embriones que parecen enfermos, pero que están en realidad sanísimos --alerta--, tanto por el porcentaje de falsos positivos propio de todos los diagnósticos genéticos como por el delicado equilibrio de interacción entre genoma, ambiente y estilo de vida, que ya ha hecho obsoleta la asociación “un gen, una enfermedad”» .

Añade que «además, por un delicado mecanismo de compensación, aún poco conocido, defectos genéticos asociados a determinadas patologías pueden contemporáneamente resultar protectores frente a otras enfermedades», como afirma el genetista Jacques Testart: «De hecho se conocen cuatro o cinco ejemplos de genes de enfermedades graves de los que se sabe que (...) gracias a ellos se puede estar mejor protegido que la mayor parte del resto de los hombres» (J. Testart, C. Godin, «La vida en venta. Biología, medicina, bioética y el poder del mercado», Lindau, Turín 2004).

«Pero sobre todo, con la selección genética pre-implantatoria, existe la certeza de matar un impreciso número de hijos, estén sanos o enfermos, haciéndose así la ilusión de huir del miedo al dolor, o de llevar a cabo un sueño del todo terreno de perfección y, en definitiva, de inmortalidad», concluye.

17 noviembre 2004

¿QUÉ ES LA BIOÉTICA?

[Este texto es parte de un libro titulado «Bioética práctica al alcance de todos», que el autor acaba de publicar (Ed. Rialp, 2004). De un modo claro y ameno expone las ideas fundamentales sobre la Bioética. Los medios hacen continua referencia a noticias y comentarios que tienen que ver con la Bioética, pero muchas veces tienen enfoques muy confusos cuando no claramente contarrios a la verdad." Si el hombre no respeta las normas éticas -dice el autor- le sucederá lo mismo que si hace caso omiso de las leyes de la gravedad y decide tirarse desde un quinto piso: se romperá los huesos. La única diferencia estriba en que la relación de causalidad de leyes causales, como la gravedad, se percibe de forma inmediata, por lo que nadie intenta vulnerarla, a menos que quiera suicidarse." Las normas éticas son de otro tipo, pero de su incumplimiento se derivan también funestas consecuencias.]

#058 ::Varios Categoria-Varios: Etica y Antropologia

por Jose Maria Pardo
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Cuando estamos en una avenida o en una plaza, vemos de cerca los coches, los árboles, las personas que pasan por allí. A la altura de la calle vemos los detalles, pero sólo captamos una pequeña parte de la ciudad.

Si subimos a lo alto de un monte, vemos la ciudad entera a nuestros pies, la abarcamos toda, pero no percibimos los detalles. Apenas distinguimos las personas y los coches. No es que hayan desaparecido, siguen estando allí, porque tienen una realidad fuera de mí, que es independiente de que yo las vea o no.

Este sencillo ejemplo pretende mostrar la complejidad de la Bioética. Es una ciencia interdisciplinar, que tiene que estar pendiente de los detalles (realidad biológica, progreso científico y tecnológico, opinión pública, estadísticas sociológico-culturales, legislación, etc), sin olvidar nunca la panorámica general (los principios rectores de la vida humana).


¿Qué es la Bioética?

Etimológicamente proviene del griego bios y ethos: «ética de la vida», la ética aplicada a la vida humana.

La Bioética es la ciencia que regula la conducta humana, el comportamiento humano en el campo de la vida y la salud, a la luz de valores y principios morales fundados en la dignidad de la persona humana.

La Bioética constituye, por eso, una fuente de principios y normas de comportamiento que iluminan la conciencia y orientan a hacer elecciones siempre respetuosas de la vida y de su dignidad. En otras palabras, lo que se propone la Bioética es dar respuestas éticas acerca de lo que se puede hacer y no se puede hacer en el campo de la vida humana. De ahí, que sea una ciencia normativa, no sólo orientativa.

El criterio ético fundamental que regula esta ciencia es el respeto al ser humano, a sus derechos inalienables, a su bien verdadero e integral: la dignidad de la persona.

El campo de la Bioética trata sobre la vida humana, la dignidad de la persona y sus bienes fundamentales; el hombre, en definitiva. De ahí, el interés por el estudio de la verdad sobre el hombre, su naturaleza y las exigencias objetivas que esta verdad presenta.

Esta íntima relación con la antropología obliga a la Bioética a interrogarse sobre cuestiones fundamentales: ¿cuál es el valor de la persona? ¿Posee el hombre una verdad propia, una dignidad y unos bienes reales que exigen un respeto incondicionado, y que, por lo mismo, señalan el sentido y límites del dominio técnico del hombre sobre el hombre? ¿Puede el ser humano reducirse enteramente a un objeto más, moralmente neutro, a mero material a la entera disposición del poder manipulador de la técnica?

De la respuesta que demos a estas preguntas dependerán las soluciones a las cuestiones particulares. La cuestión antropológica condiciona y fundamenta la solución ética sobre cada intervención técnica sobre el hombre.

De las distintas visiones sobre el ser humano, me inclino por partir de una antropología trascendente. Sin menospreciar a la razón, es más, apoyándose en ella, considero que la Revelación, la fe, ofrece el camino que garantiza la visión integral del hombre. La fundamentación última de la dignidad de la persona reside en Dios.

La persona es una realidad unitaria corpóreo-espiritual

En el Museo de Historia de Washington hay una pequeña sala dedicada «al hombre». En una de sus paredes cuelga una lámina, que representa una figura humana de 77 kilogramos de peso. Transparentes vasijas de diversos tamaños contienen los productos naturales y químicos que se encuentran en un organismo humano de proporciones semejantes: 40 kilos de agua, 17 de grasa, 4 de fosfato cálcico, 1,5 de albúmina, 5 de gelatina. Otros frascos de menor capacidad corresponden a carbonato cálcico, almidón, azúcar, cloruro de sodio y de calcio, etc.

El hombre, sea político o militar, poeta, cantante, ministra o castañera, parece reducirse allí a una suma de unos cuantos elementos de la tabla de Mendeleiev. O como dice Carl Sagan, científico de la NASA, presentador y artífice de la famosa serie televisiva titulada Cosmos: «yo soy el conjunto de agua, calcio y moléculas orgánicas llamado Carl Sagan. Tú eres un conjunto de moléculas casi idénticas, con una etiqueta colectiva diferente».

No es de extrañar, que «el pequeño dios del mundo» –como llama el Fausto de Goethe al hombre– salga un tanto deprimido del Museo de Historia de Washington, o tras escuchar semejantes palabras del científico televisivo.

Ahora bien, ¿el hombre no es «nada más» que lo afirmado por los Sagan, los Demócritos, los Marx y demás materialistas que andan por el mundo? ¿El pensamiento y la persona, la libertad y el amor no son más que una combinación –aunque complejísima– de elementos materiales? La célebre novela del Hidalgo Don Quijote de la Mancha, ¿no es más que el resultado de la combinación de letras surgida por azar, o por alguna oculta e ignota necesidad de las letras mismas? ¿No estará detrás el ingenio de una potencia misteriosa y viva, trascendente e irreductible a letras, llamada Miguel de Cervantes? Detrás de la Novena Sinfonía de Beethoven, ¿no hay más que un cúmulo de notas ordenadas por unas neuronas, que a su vez han sido ordenadas «por el azar», o más bien habrá que pensar en la existencia de un genio llamado Beethoven, irreductible a neuronas? ¿«Las Hilanderas» del Museo del Prado, no son nada más que una azarosa combinación de pigmentos o sustancias coloreadas?

¿No habrá que pensar más bien en la existencia de un genio llamado Velázquez, irreductible a pigmento, por excelente que fuera? Y detrás de Beethoven, Velázquez, Cervantes, de la gravitación universal y de la evolución de la semilla en árbol, ¿no habrá que descubrir una Sabiduría infinita y creadora?

Amplios sectores del pensamiento contemporáneo defienden un dualismo antropológico, de inspiración cartesiana, según el cual el hombre es entendido como sujeto pensante que termina relegando la corporalidad humana al mundo de lo meramente biológico, carente de significación personal. En consecuencia, la facultad generativa, en cuanto estructura biológica, estará al servicio del alma, siempre pura y noble. Así, la protagonista de «Una proposición indecente» se justifica ante su esposo del adulterio cometido, con un argumento muy en boga en nuestros días: «mi cuerpo estaba en sus brazos, pero mi corazón estaba contigo».

Según esta concepción reduccionista del ser humano, también se puede manipular la parte orgánica-biológica por el bien de la persona. No hay inconveniente alguno en utilizar la contracepción, la investigación con embriones en aras del «amor», de un fin solidario con terceros, etc.

Desde esta posición dualista, la realidad de la persona se recluye al ámbito de la conciencia, que adquiere así prioridad sobre el estatuto ontológico de la persona, sobre lo que el hombre es. Las intenciones, sentimientos y deseos priman sobre las finalidades insertas en el dinamismo natural humano. Desde semejante posición, la dignidad de la persona no constituye límite alguno para la intervención técnica en los procesos naturales que presiden la vida humana desde su inicio hasta su final.

Yo me opongo a esta visión empobrecedora de la persona humana. El ser humano no es cuerpo y alma, sino unidad sustancial de ambos. Tampoco es sólo cuerpo o sólo alma, sino unidad de ambas, totalidad unificada. La dimensión corpórea es, por eso, parte constitutiva, inherente, esencial de la persona. El cuerpo es la persona en su visibilidad. A través del cuerpo la persona se expresa y se manifiesta, ama y es amada. Por eso, todo lo que afecta al cuerpo afecta a la persona. Respetar la dignidad personal exige salvaguardar la identidad corporal.

La persona no es «algo», sino «alguien»

La criatura racional es un sujeto personal con una dignidad propia. El hombre, por el hecho de ser un sujeto personal, tiene una dignidad. No puede ser considerado, valorado, querido como una cosa, un objeto, un medio para obtener un fin; sino como un fin en sí mismo. De ahí, que el dilema que permanentemente se le presenta a la Bioética puede resumirse en la siguiente pregunta: ¿cómo hacer para que el hombre continúe siendo «sujeto», es decir, para que no se vuelva «objeto»?

Para construir un puente en la selva amazónica del Brasil necesito cortar unos árboles, juntarlos, atarlos y colocarlos sobre el caudal. En este caso, los árboles son el medio empleado para una finalidad: construir un puente sobre el caudal de un río. En el caso del hombre, esta actitud no sería aceptable desde el punto de vista ético. Recordemos lo que nos cuenta la historia sobre algunos Emperadores romanos, que para evitar que los envenenaran hacían probar la comida previamente a alguno de sus esclavos. En este caso, el esclavo era el medio para evitar el envenenamiento (fin) del Emperador.

La palabra dignidad significa fundamental y, primariamente, preeminencia, excelencia. «Digno» es aquello por lo que algo se destaca entre los otros seres en razón del valor que le es propio. Así, el oro es un material más digno que la caliza o el carbón. El hombre supera en valor a todo lo no racional, sea animal, vegetal o mineral. Los bienes de la tierra, cualquiera que sea su cualidad o cantidad, son siempre inferiores al bien que es la persona. El ser persona es el bien más estimable que posee el hombre, y el que le confiere la máxima dignidad.

La dignidad humana se fundamenta en lo que el hombre «es»

y en lo que está «llamado a ser»

¿Dónde se fundamenta la dignidad de la persona? En la libertad. La nota característica de la persona es su libertad. Esta libertad justifica la identidad, la irrepetibilidad y la insustituibilidad del ser de cada persona. La libertad hace que todos seamos distintos e insustituibles.

Dando un paso más, el fundamento último de su dignidad radica en la «ontología del ser humano», es decir, en lo que el hombre es en sí, en el hecho de que en el origen concreto de cada persona se encuentra, junto con la generación por medio de los padres, una acción creadora del alma por parte de Dios. Dios es el Autor y Señor de la vida. Cada ser humano es creado a imagen y semejanza de Dios (Génesis 1, 27).

Además, el hombre tiene un fin sobrenatural, una vocación divina inscrita en lo más profundo de su ser: está llamado a la comunión eterna. En cada hombre, sea adulto o embrión, enfermo o sano, hombre o mujer, existe un reflejo divino, una vida que tiende a la eternidad, a participar de la vida intratrinitaria.

«La razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a la comunión con Dios. El hombre es invitado al diálogo con Dios desde su nacimiento, pues no existe sino porque, creado por Dios por amor, es conservado siempre por amor; y no vive plenamente según la verdad si no reconoce libremente aquel amor y se entrega a su Creador» (Gaudium et spes 19, 1).

Principios fundamentales de la Bioética

Una vez que hemos establecido qué es la persona, estamos en condiciones de enumerar los principios que deben guiar el comportamiento ético para defender y proteger la dignidad del ser humano.

La vida humana es inviolable, tiene un valor sagrado

La vida humana, hemos considerado arriba, no es la vida de un conjunto de órganos, sino la vida de una persona, que vale no por lo que tiene, sino por lo que es y está llamado a ser.

El valor absoluto de la vida humana no quiere decir valor infinito –sólo en Dios puede hablarse propiamente de infinitud–, sino valor inconmensurable, no intercambiable con otros, no sujeto a comparaciones o ponderaciones de conflicto.

Nexo Verdad-vida (naturaleza)-libertad

La vida humana está íntimamente relacionada con la Verdad y la libertad. Son, poniendo un ejemplo de la vida cotidiana, como tres eslabones de una cadena, de una pulsera. Cuando se quiebra uno, se rompe toda la cadena o la pulsera.

La ley natural, que es la misma razón humana, es la participación de la Verdad en el hombre (Tomás de Aquino, Summa Theologiae, I-II, 91, 2). De ahí, que la persona descubra su verdad en su naturaleza, en su interior. La razón, tomando como punto de partida la percepción de la finalidad de las inclinaciones grabadas en el hombre por su Creador, da a conocer a la voluntad las exigencias de los valores humanos. O dicho de otro modo, establece aquello que para el hombre es bueno y aquello que para el hombre es malo.

Muchas veces consideramos la ley natural como una imposición externa, como algo coercitivo. Nos fijamos más en el término «ley» que en «natural». ¿Por qué no debe ser así?

La ley natural conlleva una exigencia ética, una normatividad para el actuar humano, pero en tanto que dirige el comportamiento para que sea conforme a la naturaleza, para que sea un comportamiento racional, humano. Podríamos decir que es como el manual de funcionamiento de una máquina: si no se sigue, si se ignora o desprecia, se estropea la máquina. Por eso, la norma moral hay que considerarla, no como un meteorito que cae de no se sabe dónde, como una imposición sin sentido que prohibe comportamientos, sino como el actuar de acuerdo con lo que son la cosas en su objetividad, en su verdad, como el mejor camino para desarrollarse como personas.

Estas normas éticas son pautas de comportamiento por las que debe transcurrir la conducta humana. Si el hombre no respeta su cumplimiento le sucederá lo mismo que si hace caso omiso de las leyes de la gravedad y decide tirarse desde un quinto piso: se romperá los huesos. La única diferencia estriba en que la relación de causalidad de leyes causales, como la gravedad, se percibe de forma inmediata, por lo que nadie intenta vulnerarla, a menos que quiera suicidarse.

Las normas morales o éticas, por el contrario, son contingentes, es decir, de las mismas causas no se siguen siempre los mismos efectos; no se cumplen inexorablemente como la aludida ley de la gravedad: se pueden observar o quebrantar. Pero son universales, pues todos los hombres sufren con su incumplimiento las mismas consecuencias.

Jaime conduce su coche con habilidad, y los exámenes requeridos para obtener el carnet de conducir han mostrado su competencia y destreza para el manejo del volante. Un día de invierno navarro decide subir el Puerto del Perdón y descender por la ladera norte hacia Pamplona, a pesar de la nieve y el frío. La carretera es peligrosa porque la nieve se ha endurecido convirtiéndose en un cristal de hielo. Las curvas cerradas y continuas serpentean al lado del precipicio. Las señales de tráfico son numerosas y van advirtiendo e indicando al conductor las medidas que debe tomar: suelo deslizante, curva peligrosa, precaución, velocidad máxima… Y tanto más insistentes cuanto más lesivas son las consecuencias de la infracción para el propio automovilista. También es más grave la sanción jurídica, más elevada la cuantía de la multa, que puede ir acompañada de la retirada del permiso de conducir e incluso la pena de cárcel.

Jaime puede cumplir los mandatos de las normas de tráfico que, en forma de señales, le van indicando cómo actuar en beneficio propio y de otros conductores que comparten la carretera con él. Si no hace caso a ninguna, no va disminuyendo la velocidad, ni usa adecuadamente los frenos y las marchas que corresponden, lo más probable es que termine despeñándose por el precipicio y perdiendo la vida aplastado por su propio vehículo. Y lo que es más grave, que involucre a otros vehículos.

Una de las características de las normas de tráfico es que advierten con antelación suficiente al conductor para que se prepare y tome sus medidas. Las normas bioéticas son semejantes a las de circulación: indican cómo conducir con cordura la propia vida, advirtiendo de la magnitud del peligro al que se expone uno al quebrantarlas.

De la misma manera que la noche no puede ir en contra del día, si no hay día no hay noche, la libertad no puede ir en contra de la naturaleza. La libertad debe ser guiada por la razón.

La intención del sujeto no puede determinar la verdad de las cosas, mucho menos la verdad del hombre. Las cosas son lo que son, no lo que a mí me gustaría que fueran. Por eso, la libertad no es hacer lo que me da la gana, sino hacer lo que hay que hacer, porque me da la gana. Como afirma Grisez: «tenemos libertad para decidir o escoger lo que vamos a hacer. Pero no somos libres para hacer que cualquier cosa que elijamos sea buena». Ser libre significa conocer y poder elegir responsablemente hacia sí mismo y hacia los demás. En definitiva, no somos más libres cuando hacemos lo que nos apetece, sino cuando elegimos aquello que nos hace más personas.

Muchos católicos que hacen uso de métodos anticonceptivos, abortivos, de fecundación artificial, de diagnóstico preimplantatorio con perspectivas eugenésicas, etc, sostienen que no están haciendo «nada malo» puesto que están obedeciendo a los dictados de su conciencia. Después de todo, ¿no enseña la Iglesia que debemos seguir nuestra conciencia para decidir si un comportamiento es correcto o erróneo? Sí, pero suponiendo que tengamos una conciencia rectamente formada.

Debemos conformar nuestra conciencia individual con la verdad sobre el hombre, de la misma manera que ajustamos nuestros relojes con la hora solar (el horario de Greenwich). Si un reloj va demasiado rápido o demasiado lento, pronto nos dirá que es hora de acostarnos cuando está amaneciendo. Decir que debemos acomodar nuestras conciencia individual a conductas que contradicen claramente la ley de Dios sobre el hombre, es lo mismo que decir que debemos ajustar nuestras vidas al reloj, aunque nos esté diciendo que la noche es el día.

La ciencia, la técnica y el progreso están al servicio del hombre

La ciencia, la medicina, la investigación no son realidades demoniacas, fuerzas oscuras. Todo lo contrario, son necesarias, imprescindibles para el desarrollo humano. La Iglesia se alegra de los avances y progresos científicos, los alienta y los promueve. El progreso y la culminación están ligados al dominio del hombre sobre la creación (Génesis 1, 28).

Pero no cualquier forma de dominio es bueno, humano. No puede ser un dominio arbitrario y sin límites. Sólo un dominio que perfeccione al hombre, que lo humanice, será bueno (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2293). Como dice C. Rubbia, Nobel de Física, a más progreso científico, más responsabilidad: «la investigación no puede hacerse sólo con descubrimientos o inventos a lo Frankenstein: poder y responsabilidad deben caminar de la mano».

La ciencia, la técnica y el progreso están al servicio del hombre. Toman de la persona y de sus valores morales la orientación de su finalidad y el conocimiento de sus límites. Su finalidad es la defensa, protección y desarrollo de la vida humana, no su manipulación y/o eliminación. Por tanto, toda intervención que amenace la integridad o la dignidad de la persona no es humana, no es ciencia en sentido estricto, no es progreso, no es avance. Como ha dicho el Papa Juan Pablo II en alguna ocasión, el progreso científico puede convertir el mundo en un frondoso jardín o reducirlo a un cúmulo de escombros.

La Bioética suministra a la ciencia y a la técnica los criterios racionales y las normas necesarias para la protección del bien integral de la persona. La Bioética puede y debe defender al hombre del hombre mismo.

No todo lo que es técnicamente posible puede considerarse moralmente admisible

Entrar en un banco, gritar con voz potente: ¡arriba las manos!, apuntar con una pistola al cajero, amordazarle, abrir la caja fuerte, meter un millón de euros en una cartera y fugarse a Singapur para disfrutarlos es técnicamente posible, pero no es lícito.

En el terreno de la vida humana ocurre algo semejante. Hay infinidad de posibilidades técnicas de actuación, pero no todas son lícitas. La licitud, ya lo hemos considerado, la determina el respeto por la dignidad de la persona.

El fin no justifica los medios

Está muy relacionado con lo expuesto hasta ahora: un fin, aunque sea bueno o muy bueno, no justifica los medios empleados. Si para evitar que aniden los pájaros en mi jardín tengo que talar todos los árboles, ¡menuda solución! El fin es bueno, evitar que los pájaros me despierten con su piar los domingos a las seis de la mañana, pero el medio empleado para ello no es razonable, tirar abajo todos los árboles del jardín, incluso los de los vecinos.

La regla de oro de la Bioética: tratar a los demás

como a uno le gustaría que le tratasen

«Cuanto queráis que los hombres os hagan a vosotros, hacedlo también a ellos». En esta frase del Evangelio de San Mateo (7, 12) se resume toda la ciencia bioética.

Hace unos días apareció en una revista universitaria un artículo titulado «¿Eutanasia? Sí, pero no a mí». Presentaba una estadística llamativa: seis de cada diez médicos españoles apoyaban en teoría que se legalizase la eutanasia, pero al mismo tiempo la mayoría no estaban dispuestos a practicarla, y en lo que casi todos coincidían es en la negativa de ser ellos los sujetos pacientes de tal actuación.

La Bioética está llamada a defender siempre la verdad de la relación de una persona con otra persona; una persona que pide ser ayudada a realizarse en sus potencialidades personales.

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En resumen, serán moralmente rectas aquellas acciones que sean adecuadas con la dignidad de la persona humana.