LAS PALABRAS Y LAS COSAS: A PROPÓSITO DE BENEDICTO XVI Y LA FAMILIA
[Juan José García-Noblejas es Profesor Ordinario de Poetica e Iconología y de Sceneggiatura Audiovisiva en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma. En el artículo que ahora reproducimos -que fue publicado en su blog, Scriptor.org- hace una interesante comparación en el modo de titular las intervenciones del Papa en el EMF de Valencia en los distintos medios y, en concreto, la coincidencia en decir que Benedicto XVI ha defendido la 'familia tradicional'.
En otros blogs se ha tratado también sobre la unanimidad en esta adjetivación de la familia que se ha extendido de un medio a otro, a través de la red, como si de una epidemia se tratase. Así, en Análisis digital se dice, entre otras cosas: Con extraña unanimidad los medios de comunicación han titulado las intervenciones del Papa en Valencia como defensa de la “familia tradicional”. Adjetivar de tradicional a la familia defendida por el Papa me causa la impresión de que esconde una aviesa intención: la de considerarla anticuada y obsoleta y oponerla a otros tipos de familia que no son tradicionales sino “modernos, actuales, progres”.Pero sería necesario ver si esas nuevas familias cumplen con más eficacia que la tradicional las funciones que tal institución tiene atribuidas.
por Juan José García-Noblejas
__________________
Es patente que el presidente del gobierno español es muy libre de no ir o de ir a la misa celebrada por el Papa. Como ha dicho el portavoz vaticano Navarro-Valls, “a misa va quien quiere”. Siendo la misa lo que es, y no lo que a alguno se ocurra inventar o decidir por votación.
Parece que algo semejante está en el aire del viaje de Benedicto XVI a España, cuando se trata de hablar de la familia. A la familia -cabría decir- va quien quiere. Siendo la familia lo que es, y no lo que a cada uno se le ocurra inventar, o a muchos decidir por votación, o por campaña de comunicación.
Perdón por parecer tautológico, pero sucede que la familia es lo que es, y supone lo que supone, por mucho que las leyes de un país determinado, en un momento determinado llamen “familia” o “matrimonio” a cosas que realmente no lo son. Lo que sea la familia no lo decide, por ejemplo, la voluntad de un gobierno o -ya puestos- la ONU o así.
Digo esto porque he podido comprobar que hay no poca tendencia a llamar "familia" a cualquier cosa, en plan relativista. Y he podido comprobar que –fruto de esta petulante ignorancia (sobre todo ignorancia)- dos de los grandes periódicos españoles, políticamente rivales entre sí, coinciden sin embargo en hablar de lo que llaman “familia tradicional”, para referirse a la familia en boca de Benedicto XVI.
Cuando El Mundo dice que “El Papa defiende en España el ‘valor’ de la familia tradicional”, coincide con El País, que dice “Benedicto XVI defiende la familia tradicional en su primera visita a España”.
En este caso, el diario ABC destaca del pelotón gracias al artículo de Juan Manuel De Prada, “Pollos y conejos”, en el que la fina ironía de su pluma se detiene en glosar levemente el pleonasmo que supone decir “familia tradicional”:
- SIEMPRE se me ha antojado entre redundante y rocambolesco que a la familia se la moteje de «tradicional». No me causaría mayor asombro si mañana entrara en un restaurante y, tras solicitar al camarero un guiso de conejo, éste me respondiese: «Perdone el señor, ¿se refiere a un conejo tradicional? Porque también podemos ofrecerle un conejo bípedo». (…)
- (…) salvo que juguemos al cinismo, hemos de reconocer que familia no existe más que una. Cuando decimos «familia tradicional» estamos formulando en realidad un pleonasmo, tan grotesco e hilarante como si dijéramos que después de comer nos gusta dar un «paseo pedestre». Pues «tradicional» viene del latín «traditio», que significa entrega, transmisión. No existe familia sin transmisión de vida, sin entrega de una generación a otra; y esa «traditio» se realiza mediante la unión permanente y fecunda de un hombre y una mujer que proyectan su fe en el futuro sobre una vida que los prolonga. Podemos jugar a torcer el lenguaje cuanto deseemos, podemos marear las palabras y someterlas a centrifugados y travestismos pintorescos; pero, por mucho que nos empeñemos, un pollo seguirá siendo un pollo, aunque lo envolvamos con una piel de conejo.
Inteligente sentido común, al relacionar las palabras y las cosas.
Translate to English:
Click upon the flag
Traducir del inglés a otros idiomas:
Posibles comentarios al texto:
Si desea hacer algún comentario a este texto, vaya a "Home" y haga click en "Comment" del artículo correspondiente._____________________________
Imprimir el texto:
Envio de este texto por e-mail a otra persona:
Puede utilizar dos sistemas:
a) Si basta enviar la referencia (URL) del texto, pulse el icono del sobre (un poco más arriba, a la derecha) y rellene los datos en el formulario que aparecerá en la pantalla.
b) Si desea enviar como mensaje el propio texto -total o parcialmente- y no sólo la referencia, puede utilizar el siguiente sistema:
_____________________________
Ir a la página principal:
<< regresar a "Home"