LA TRIVIALIZACIÓN DEL SEXO

[El uso de la píldora del día después --o pildora del día siguiente-- contribuye a aumentar la insensibilización social frente al respeto debido al ser humano y a incrementar la trivialización del sexo en los adolescentes. Publicado en la revista Nuestro Tiempo (nº 567)]

#083 ::Vita Categoria-Eutanasia y Aborto

por Jose Lopez Guzman, Universidad de Navarra

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La introducción de la denominada “píldora del día siguiente” en el mercado español ha suscitado un amplio debate social. Los argumentos esgrimidos por los defensores de su comercialización se basan, fundamentalmente, en tres afirmaciones: la mujer debe ser libre para elegir su estilo de vida; el embrión humano es, hasta el momento de su implantación en el endometrio, un simple material biológico; y la ingesta de estos preparados implica un reducción del número de embarazos no deseados en adolescentes. Por otra parte, los detractores de la introducción en el mercado de este método poscoital alegan, básicamente, que no se debe comercializar debido a su acción nociva sobre el embrión. Con la fecundación se origina un nuevo ser humano y, por lo tanto, la actuación directa sobre este se convierte en un hecho reprobable si lleva consigo su perjuicio o eliminación.

Conviene hacer notar que esta no es la única objeción que se puede realizar a la utilización de la píldora poscoital. En este sentido, vamos a intentar demostrar cómo la incorporación de los métodos poscoitales en el arsenal de las especialidades farmacéuticas anticonceptivas y abortivas incide negativarnente en otras cuestiones que, en muchas ocasiones, se olvidan o relegan a un segundo plano.

Así, esta píldora contribuye a aumentar la insensibilización social frente al respeto debido al ser humano, así como a incrementar la trivialización del sexo en los adolescentes. También es importante destacar los problemas de conciencia que su dispensación puede generar en los agentes de la salud.

La eliminación de un embrión

Sin duda, esta es la principal y más clara objeción que se puede realizar al empleo de la "píldora del día siguiente". A1 producirse la fecundación se origina el cigoto, que reúne, desde el instante mismo de su formación, toda la información genética necesaria para el desarrollo del nuevo ser. De manera que, en palabras de Alacena, "de no mediar alteraciones de cualquier tipo que interfieran en el proceso, a partir del momento en que empiece a funcionar el primer gen en dicho cigoto, la programación genética conducirá inexorablemente a la formación del individuo adulto"". Actualmente, la biología molecular nos ha facilitado la comprensión de este hecho, al permitirnos realizar una mayor aproximación a lo que ocurre en el momento de la fecundación.

Frente a ello, para admitir la manipulación, modificación y eliminación de los embriones humanos, se ha introducido la idea de que la condición humana no se adquiere en el momento de la fecundación. Para ello, se ha articulado un discurso ideológico en el que se asigna la aparición de la vida humana a distintos momentos del desarrollo embrionario. De esta forma, al encontrarse el embrión humano en una fase particular de su existencia en la que la forma humana, tal como comúnmente se piensa en ella, todavía no se ha expresado, se cuestiona que su eliminación sea un atentado a la vida humana.

No obstante, hay tres razones que permiten afirmar que el embrión humano es la forma inicial de vida humana:

1. Con la fecundación se origina una estructura cromosómica individual específica de un nuevo ser humano. Los nuevos cromosomas no contienen información alguna para desarrollar características animales no-humanas (desde el primer momento sintetiza las proteínas propias de la especie humana). Esto es, el organismo humano se diferencia del de los demás animales desde la fase de cigoto y es, desde el principio, un ser específico individual.

En el hombre no se da una fase en la que haya algo no humano. Existe un cambio morfológico, pero no de naturaleza. La unidad que encontramos a lo largo de todo el desarrollo del individuo humano, desde la fecundación hasta la muerte, no es simplemente una continuidad biológica. Por el contrario, se trata de la unidad de todo el ser, corpóreo y espiritual, aunque la formación y la maduración del sujeto se realice progresivamente en ambos planos.

2. Es una vida autónoma, aunque con una dependencia extrínseca, al igual que ocurre con el recién nacido, el adulto o el anciano. En el proceso de desarrollo del embrión se originan cambios en la fuente de alimentación. A partir de su implantación tomará del medio en el que se encuentra todo lo necesario para su subsistencia. En palabras de monseñor Sgreccia, "este nuevo programa no es inerte, ni está ejecutado por los órganos fisiológicos maternos que se sirven del programa del mismo modo que el arquitecto se sirve del proyecto como un esquema pasivo; sino que es un nuevo proyecto que se constituye a sí mismo y es en sí el actor principal".

En resumen, el nuevo ser necesita del organismo de la madre para su crecimiento, así como después de nacer necesitará de sus cuidados para alimentarse y comenzar a aprender todo aquello que le hará falta para su posterior desarrollo y vida en común.

3. Es un proceso homogéneo, sin fisuras. El único salto cualitativo se produce en el momento de la fecundación, en el que, de dos células que se encuentran en la etapa terminal de su proceso de diferenciación (al borde de la muerte), surge una realidad nueva, distinta.

Insensibilización social frente al respeto debido al ser humano

La sociedad consumista y hedonista incita al individuo a sacrificar principios e ideales frente a otros aspectos de menor importancia o, hasta incluso, negativos para el desarrollo de su personalidad. Así, el sexo se presenta como un mero elemento de consumo. En este sentido, A. Montebelli, autor de Paternidad responsable, mantiene que "resulta difícil comprender con qué eficacia práctica una sociedad que legaliza el aborto voluntario, considerándolo como una conquista social, puede programar la solución de las necesidades humanas más urgentes, como el sufrimiento, la alienación, la soledad, la pobreza, mientras que, al mismo tiempo, nos va familiarizando con la pérdida de consideración por la vida misma, en sus primeras fases de desarrollo".

En lo que se ha denominado "insensibilización social" tiene mucho que ver la comprensión que el hombre tiene de sí mismo, de su responsabilidad ante los que van a nacer, y de los derechos humanos de igualdad y de no discriminación reconocidos, internacionalmente, para todos los individuos humanos Por eso, es necesario reflexionar sobre los aspectos legales que afectan, limitan o promueven ciertas actitudes relacionadas con la anticoncepción y el aborto.

R. López Mondéjar afirma que la intercepción poscoital engloba una serie de "métodos que surgieron como un secreto en grandes grupos de riesgo, como enfermeras, estudiantes, etc., y que con posterioridad fueron evaluados por investigadores experimentados". Es bien conocido cómo se recurre a distintas estrategias para ir modificando la opinión pública sobre un tema y que esto quede posteriormente reflejado en la legislación. Tenemos casos recientes, como el de la legalización del aborto. En la actualidad, se está siguiendo el mismo camino con la clonación humana, la eutanasia y la anticoncepción. poscoital. Siguiendo a Fleming, la estrategia para conseguir el consenso público es la siguiente:

1. Planteamiento del problema en los medios de comunicación.

2. Exposición de algún caso conflictivo y de impacto que provoque una reacción estimulando los sentimientos y la compasión de la gente.

3. Utilización de sondeos de opinión con preguntas capciosas que logren una respuesta afirmativa.

4. Confesión pública de algún profesional o científico que respalde la tesis que se pretende defender.

5. Cambio en los términos lingüísticos utilizados, que frecuentemente tienen una mala acogida por parte del público.

6. En sociedades con una gran proporción de católicos, la utilización de encuestas para demostrar que la opinión popular católica es distinta a la del Magisterio oficial.

Este proceso genera una progresiva asimilación de una situación que, en un principio, era rechazada y que termina por ser aceptada o justificada.

Trivialización del sexo en los adolescentes

Los jóvenes han aumentado su actividad sexual. A esa edad las relaciones sexuales no suelen ser premeditadas, no es frecuente la pareja estable y, en muchas ocasiones, están mediadas por el alcohol u otras sustancias que disminuyen la capacidad de elección y decisión del sujeto. Este hecho ha generado un incremento en la tasa de embarazos en adolescentes. Generalmente, estos embarazos provocan matrimonios no deseados, adopciones, abortos y otras consecuencias de tipo emocional.

Se ha señalado que un embarazo a esta edad implica un elevado coste social, económico y emocional. De hecho, la disminución de embarazos en adolescentes se convirtió en una prioridad para la salud pública a partir de los años noventa, y la "píldora del día siguiente" se ha situado en el primer lugar en la estrategia para lograr ese objetivo.

Por este motivo, las adolescentes se han convertido en el grupo de población con mayor frecuencia de uso de los métodos poscoitales. Esta situación no se ha generado por azar, sino que se ha propiciado a través de promociones dirigidas directamente a los adolescentes. Esas campañas se han pretendido justificar, desde diversos estamentos, por lo frecuente que es, en este grupo de población, el uso incorrecto o la no utilización de anticonceptivos.

Llegados a este punto, también es conveniente destacar la acción que están desarrollando los centros de planificación familiar. Estos se están ocupando, directamente, de la promoción de los métodos anticonceptivos y abortivos entre los adolescentes, y no dedican un mayor esfuerzo en enseñar lo que significa el sexo en la configuración de la persona. Este hecho resulta todavía más notorio en los países en vías de desarrollo. Es muy difícil encontrar propuestas en las que no se ofrezca el sexo como un producto más en una sociedad de consumo.

Sin duda, es muy importante tener en cuenta las posibles infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados que se pueden producir en los adolescentes, pero esos aspectos no pueden ser el fin de la educación. Hay que trasladar el centro de atención a la persona en toda su dimensión, al respeto hacia los demás y hacia uno mismo. En este sentido, hay que destacar la necesidad de superar el gran obstáculo que supone basar todo un programa de educación sexual en las distintas formas de protección para no quedarse embarazada o evitar una enfermedad de transmisión sexual, mientras que, al mismo tiempo, se desprecia, o al menos se olvida, lo que significa el amor, la donación y la fidelidad.

Problemas de conciencia en los agentes de la salud

E1 agente de la salud puede adoptar distintas posturas ante la solicitud de su participación en la intercepción de un embrión con un método poscoital. La actitud oscila desde la protección del embrión hasta la negación de que este sea parte del problema.

Son numerosos los casos de profesionales que se han opuesto a prescribir o dispensar estos preparados poscoitales debido a razones de índole moral y/o profesional. En ellos se genera una fuerte tensión, debido a que consideran que su profesión está destinada a promover la salud y la vida y que, por tanto, la eliminación de un embrión genera un grave daño a su conciencia. Aunque el razonamiento es lógico, su actitud no suele ser comprendida por amplios sectores de la población. En este sentido, resulta difícil entender la razón por la que una sociedad, como la actual, que ha situado en el más alto rango la libertad individual y la pluralidad, rechaza o denigra a aquellos que quieren actuar de acuerdo con su conciencia.

En ocasiones, se ha intentado mostrar la actitud del sanitario que repele atentar al embrión como un paternalista que intenta imponer su criterio moral a toda costa. Así, se ha llegado a afirmar que hay que valorar la opción escogida por el joven y su pareja, sin efectuar juicios morales ni tratar de imponer la solución que el profesional sanitario elegiría. Este razonamiento es fruto de una visión sesgada y reducida de la acción del profesional de la salud. No se trata de imponer nada, sino de actuar correctamente en defensa de la vida y la salud, ya que estos son los objetivos principales de la actividad de los agentes sanitarios. E1 profesional pondera lo que considera mejor para la persona que reclama el abortivo, para el nuevo ser gestado y para sí mismo, en cuanto agente moral, que no puede quedar asépticamente separado de su decisión. E1 paciente, por su parte, también puede buscar otra opinión u otro profesional que le atienda.

En este sentido, la Academia Pontificia para la Vida ha sido rotunda al afirmar que "desde un punto de vista ético, la misma ilicitud absoluta de proceder a prácticas abortivas subsiste también para la difusión, la prescripción y la toma de la "píldora del día siguiente". Son también moralmente responsables todos aquellos que, compartiendo la intención o no, cooperan directamente con tal procedimiento".

Después de todo lo expuesto, se puede comprender que un profesional sanitario pueda llegar a rehusar, prescribir o dispensar uno de estos preparados poscoitales de emergencia. No obstante, es conveniente que el facultativo sepa si su acción u omisión puede ocasionarle problemas legales.

En España, a la "píldora del día siguiente" se le ha reconocido la categoría de "medicamento" y, por lo tanto, el sanitario se ve sometido a la posibilidad de tener que prescribirla o dispensarla. Ante esta situación, el agente de la salud tiene la opción de solicitar la objeción de conciencia. Sobre la "píldora del día siguiente" y la objeción de conciencia, la Academia Pontificia para la vida se ha pronunciado del siguiente modo: "Ante la difusión de tales procedimientos, exhortamos vivamente a todos los agentes del sector a poner en práctica con firmeza la objeción de conciencia moral, que testimonie valientemente, en los hechos, el valor inalienable de la vida humana, sobre todo frente a nuevas formas ocultas de agresión a los individuos más débiles e indefensos, como es el caso del embrión humano".

Por último, hay que referirse al hecho dc que muchos hombres de ciencia relacionado con estas cuestiones consideran que es mejor la contracepción que el aborto, en el sentido de que la primera evitará el segundo. De ahí que estimen que la objeción de conciencia en estos casos es una irresponsabilidad, al incidir favorablemente sobre la proporción de abortos.

Aun olvidando que la "píldora del día siguiente" no es un anticonceptivo, no es coherente situar a la contracepción como una alternativa del aborto, ya que en los países o zonas donde se ha producido una escalada en la promoción indiscriminada de contraceptivos, se ha originado, al mismo tiempo, un aumento en la demanda de abortos.